La única buena noticia es que encontraron el ARA San Juan. Y no es poco, en un país estragado por la recurrencia de la mala onda, los anuncios negros de la economía y la falta visible de un futuro al alcance de la mano. La política, y sus laberintos, no escapan, por ahora, a ese derrotero.
En Santa Fe, el panorama va camino a aclararse. Sin novedades en ningún lado. A diferencia de años electorales anteriores, el 2019 no deparará grandes sorpresas. Salvo que los protagonistas de la escena cumplan con la promesa de "renovación y caras nuevas" que, hasta ahora, no se observan.
En el oficialismo provincial Antonio Bonfatti será consagrado candidato del Partido Socialista en las próximas semanas, al margen de si aparece un nombre para que le haga frente en las primarias.
"No se trata de que estemos en contra de Antonio (Bonfatti), creemos que un nombre con otro perfil permitiría ensanchar los márgenes del Frente Progresista, y sería beneficioso para todos", dicen cerca del gobernador, tratando de espantar los análisis políticos que se sorprenden por la mala relación. O, al menos, con la escasa empatía entre ambos.
"A nosotros no nos engañan. Parece que están peleados pero después terminan siendo funcionales entre ellos. Esto ya pasó con nosotros, entre (Carlos) Reutemann y (Jorge) Obeid. ¿O no se acuerdan que el Lole lo hizo candidato a Alberto Hammerly para contener en la primaria a los que no lo querían al Turco Obeid?", mensura un periodista memorioso.
Buscando un Hammerly conjetural
Alguna vez, este periodista le preguntó a Reutemann qué hubiera pasado si Hammerly le ganaba la Paso peronista a Obeid. "Lo ideal era que sumara", respondió el senador. ¿Encontrará Lifschitz a su Hammerly conjetural?
Cómo habrán cambiado los tiempos que un peronista clásico como Omar Perotti se muestra públicamente a favor de que confluyan en el PJ sectores a los que, años atrás, ni hubiera mencionado. "Hay sectores nuestros que dialogan fluidamente con otros espacios como Ciudad Futura, con dirigentes como Rubén Giustiniani o Alejandro Grandinetti, del Frente Renovador", dijo el senador.
En verdad, le viene de perillas este acercamiento con esos vectores de centroizquierda, como Ciudad Futura y Giustiniani, porque en el gobierno nacional volvieron a sugerir la idea de tentar a dirigentes peronistas —entre ellos Perotti— para llegar a un acuerdo. Incluso, entre las versiones que circularon entre jueves y viernes, se mencionó la chance de un potencial frente entre peronistas cuasi macristas (tipo Juan Urtubey, Miguel Pichetto o Juan Schiaretti) y Cambiemos, pero con María Eugenia Vidal y sin Macri. Seguramente, un bolazo entre tantos. O no. se verá con el curso del tiempo, que es el único que ordena a la política nativa.
A Perotti le sirve para tirar a la bandeja del tercer piso esa pelota de rumores, que incluye una fórmula ya cerrada con Alejandra Rodenas como candidata a vicegobernadora. No es un secreto para nadie que el rafaelino necesita una número dos rosarina. "En caso de que María Bielsa participe de la primaria, la encargada de contestarle las críticas será la postulante a vice, no Omar", dijeron.
La idea de Bielsa de contar con un frente propio que incluya a sectores de centroizquierda tuvo su primera caída. Carlos del Frade anticipó que no será de la partida por adentro del PJ, le sugirió a la ex diputada que compita por afuera, que es donde tiene más votos.
Por ahora, son approaches, nada está cerrado. En esa interna, se aprestan a competir Marcos Cleri, Marilín Sacnun y Leandro Busatto. "Al final quedarán los que tengan plata para hacer campaña. Esto no es para cualquiera, subieron todos los costos", expresó con picardía un operador peronista tiempo completo que intenta hacer un esfuerzo de síntesis entre el massismo y Perotti.
En Rosario, todas las encuestas dan adelante al candidato peronista Roberto Sukerman, quien logró conocimiento en las últimas paradas electorales que se hicieron en la ciudad. Tampoco es un secreto que Sukerman, Roy López Molina, Pablo Javkin, Miguel Cappiello y Juan Monteverde son los que más porotos suman. Casi una remake del 2017. Al menos por ahora.
El socialismo, sin embargo, tendrá otro candidato oficial. Por estas horas crecieron las acciones de la única candidata mujer que se menciona: Verónica Irizar. Es un nombre que les cierra a casi todos los sectores del PS, donde aparece un precandidato distinto todas las semanas.
Pasó con Leonardo Caruana, Enrique Estévez y, ahora, Irizar. ¿Y Pablo Seghezzo? Hoy, en una entrevista, el secretario de gobierno, Gustavo Leone, se anota en la carrera, aunque La Capital lo introdujo en la nómina hace ya bastante tiempo. Cappiello se bajará de su candidatura si el PS define otro nombre. "No voy a romper el partido, jamás", sostiene. El socialismo es un revólver ardiente.
Pero sería mejor no utilizar adjetivos de combate a la hora de analizar la política santafesina, porque parece encaminarse a una riña de gallos. Perotti arrancó acusando al socialismo de los peores males respecto de la seguridad, y los socialistas le recordaron la privatización del Banco de Santa fe. Aseguran tener más municiones.
Si la campaña empieza así, más vale ni imaginar cómo terminará. Por ahora, la gente piensa en otra cosa.