Un trasfondo de drogas asoma tras el asesinato de una mujer en Teodelina

Avanza la investigación que busca esclarecer el asesinato de una joven ocurrido en la localidad de Teodelina. Tras la autoinculpación de una joven que buscó salvar a su hermano menor de edad, el adolescente declarará ante el juez de Menores, Javier Prado. Pero todo indica que habría otra persona involucrado en el crimen: un ex convicto que recuperó la libertad hace veinte días y que tenía amenazada a la víctima.

Por lo pronto, este viernes a las 15 familiares y amigos de Francina Arroyo marcharán para reclamar Justicia. Irán hasta la comisaría de Teodelina.

La madre de Francina, Verónica Mendoza, acusó que "la persona que vende droga en Teodelina estaba en la casa cuando sucedió lo de mi hija. Eso me dijeron los chicos que acompañaron a Francina a comprar".

Según el relato de la mujer, el asesinato se habría producido cuando Francina y dos amigos le reclamaron a la "dealer" que la droga que le había vendido no era la pactada. Eso derivó en una pelea en la que la víctima se llevó la peor parte. El menor de edad "comenzó a revolear puñaladas al aire y una de ellas impactó en mi hija y le quitó la vida. Podrían haber sido dos los muertos pero no fue de casualidad", sostuvo.

La madre de Francina aseguró que su hija ya venía teniendo amenazas por parte de un vendedor de drogas de Teodelina: "Hace 20 días recuperó la libertad. Yo tenía miedo por mi hija desde que este muchacho recuperó la libertad y comenzó a circular por el pueblo", sostuvo.

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Francina fue asesinada en la madrugada del lunes. Según Verónica Mendoza, los implicados en el caso "viven en una casa que alquilan en Teodelina. Hasta allí las personas van a buscar drogas y esta mujer vende para la persona que recientemente recuperó la libertad y que desde la cárcel había amenazado a mi hija Francina con matarla o mandarla a matar".

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La chica asesinada tenía tres años de consumo y se resistía a internarse bajo el argumento de que tenía controlada a su adicción.

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"Francina tenía 23 años y no tenía muchos años de consumo, pasaban semanas en las que no se drogaba. Era una chica tranquila, para nada violenta y cuando se drogaba se iba a su habitación y dormía", resaltó la madre.

La joven asesinada tenía un hijo de tres años que ahora estará al cuidado de sus abuelos. Tenía además dos hermanas. Según su madre era "una chica que amaba a su familia, a su pequeño hijito de tres años. Era una persona muy alegre. No era de tener problemas con nadie".

Francina tenía adicción a las drogas y su madre quiso internarla en varias ocasiones. "Busqué ayuda por todos lados pero me decían que ella ya es grande y debería tomar conciencia ella misma. Tampoco quería internarse porque siempre me decía que lo controlaba y que podían pasar semanas sin consumir", sostuvo.