La justicia federal de Rosario ordenó a un seguro de asistencia al viajero reestablecer la cobertura contratada por un hombre que se encontraba de viaje en Grecia junto a su esposa y sufrió un accidente que le provocó un neumotorax. La compañía dejó de tener contacto en pleno viaje con la pareja, la que debió afrontar todos los gastos que le demandó la atención médica de su bolsillo.
El hombre se encontraba visitando la ciudad griega de Santorini a fines de agosto pasado cuando sufrió una caída que le provocó lesiones varias, siendo la más importante un neumotorax. Ante la necesidad de ser derivado a Atenas, para ser evaluado por un cirujano torácico, su esposa empezó a contactarse para ver los pasos a seguir y fue allí cuando la compañía dejó de comunicarse con ella.
La pareja, de entre 50 y 55 años, había llegado a Europa en el marco de un viaje de placer junto a un grupo de amigos para recorrer Grecia y la Costa Amalfitana. Pero el viaje se interrumpió abruptamente cuando el hombre sufrió una caída en la piscina del hotel de la isla de Santorini que había contratado. El golpe le provocó la fractura de dos costillas, una de las le provocó una lesión en el pulmón.
En diálogo con La Capital, una de las abogadas que llevó el caso del matrimonio rosarino varado en Grecia, Karina Mazzeo, comentó que "la pareja había contratado un seguro de asistencia al viajero (AXA) para realizar un viaje de placer por Europa y lo hizo a través de su tarjeta de crédito. Incluso ampliaron la póliza de cobertura hasta un millón de dólares".
Tras sufrir el percance en la piscina "desde el seguro, que allí sí le dio cobertura, le indicaron que fuera a un hospital pequeño del lugar, donde le indicaron que hiciera reposo. Esto fue un viernes y le dijeron que regresara un domingo. La indicación que recibió entonces fue que debía trasladarse por tierra o por agua, que no podía viajar en avión. Le dijeron que se dirigiera a Atenas para que viera a un especialista en neumotorax para ver cómo seguía su proceso médico".
A partir de allí ,según Mazzeo, comenzaron los problemas con el seguro médico: "La esposa comienza a mandar mails para que le indicaran cómo continuaba el proceso. Solo recibía una respuesta automática del mail. Tampoco pudieron comunicarse por teléfono".
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Desde entonces y hasta que pudieron regresar al país, el matrimonio vivió una odisea: "Es que ellos debieron abordar un ferry a Mykonos y de allí hasta Atenas. Consiguió en un hospital que a su esposo lo atendiera un cirujano torácico pero, por supuesto pagando todo, traslado, alojamiento, de su bolsillo".
"Cuando recibimos el caso empezamos a buscar antecedentes, pero no encontramos ninguno en el país. Entonces decidimos realizar un amparo porque estaba en riesgo la salud de este hombre. Nosotros queríamos evitar que el hombre, por ejemplo, se tuviera que quedar más tiempo en Atenas sin cobertura de ningún tipo. ¿Y cómo se mantenían si el seguro no les pagaba absolutamente nada? Fuimos a hablar con el juez federal y sacamos la medida cautelar. Por suerte el médico que lo vio en Atenas le dijo que podía volar y se volvieron a Argentina", comentó la abogada.
Mazzeo comentó que "recién este martes la aseguradora llamó para hacerse cargo, cuando este matrimonio ya había llegado a su casa. La angustia y la desesperación de este matrimonio fue muy grande. "La Justicia ordenó a la aseguradora que cubra todos los gastos. Ahora lo van a tener que hacer por reintegro", finalizó.