La Municipalidad de Rosario presentó el quinto colectivo reconvertido de diésel a eléctrico que se suma a la flota del sistema de transporte urbano de pasajeros de la ciudad. Se trata de la unidad N° 37 y prestará servicios en la línea K.
Se trata de la quinta unidad reconvertida de diésel a eléctrica y se sumará a la renovación del servicio de trolebuses de la ciudad
La Municipalidad de Rosario presentó el quinto colectivo reconvertido de diésel a eléctrico que se suma a la flota del sistema de transporte urbano de pasajeros de la ciudad. Se trata de la unidad N° 37 y prestará servicios en la línea K.
La unidad fue exhibida este sábado 19 de octubre en el marco de Noche en mi Barrio en el Paseo Comercial Echesortu. El coche se ubicó en la esquina de San Nicolás y Mendoza, para quienes quieran acercarse a conocer las características de este renovado colectivo. Además, se exhibió la antigua unidad restaurada Fiat Alfa Romeo y se recordó los primeros tiempos de la línea K.
El trabajo de reconversión del coche eléctrico fue desarrollado en forma conjunta por la empresa estatal Movi Rosario, la Universidad Nacional de Rosario y la empresa Inventu Ingeniería. Forma parte de una iniciativa del municipio a partir de una articulación público-privado que ya posibilitó la puesta en funcionamiento de otros 4 coches para la renovación del servicio de trolebuses.
La actualización de las unidades implica la reconversión de colectivos urbanos a diésel que hayan superado los diez años de antigüedad, para ser transformados en trolebuses utilizando su chasis original e incorporando un motor eléctrico y el sistema de control. La reconversión permite renovar en forma gradual la flota de transporte y representa aproximadamente un 25% del valor de un coche nuevo.
Las unidades reconvertidas cuentan con piso bajo garantizando la accesibilidad, aire acondicionado, pantallas informativas en su interior, y son de fácil mantenimiento. En ese sentido, las unidades eléctricas tuvieron una renovación total, tanto del interior como del exterior.
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Los coches reconvertidos generan un beneficio económico, al ser menores los costos de mantenimiento y contando con una vida útil superior al de las unidades tradicionales. Al mismo tiempo, reducen el impacto ambiental, ya que no emiten emisiones contaminantes y los motores eléctricos generan menos ruido que los de combustión.
Por otra parte, el trabajo de reconversión genera mano de obra local y permite fomentar una industria innovadora y estratégica que comienza a ser tendencia en el mundo.
En paralelo a la renovación de unidades propias, la Municipalidad de Rosario convocó a una Licitación Pública Nacional para la reconversión de 10 buses diésel a trolebuses eléctricos, con el objetivo de intensificar esta política de renovación.
La licitación finalizó el pasado 8 de agosto y actualmente los equipos técnicos se encuentran avanzando en la adjudicación. Se prevé una inversión superior a los 1.500 millones de pesos para establecer estas mejoras en la línea K, una de las más utilizadas por usuarias y usuarios en la ciudad.
La línea K fue inaugurada el 3 de diciembre de 1961 en la esquina de Avellaneda y Mendoza, frente al bar La Capilla. Esta línea unía las intersecciones de Necochea y Av. Pellegrini con Nicaragua y Mendoza. El servicio era cubierto por unidades marca Fiat-Alfa Romeo-CGE de procedencia italiana, recorriendo los viejos empedrados de las calles Mendoza y San Juan, hasta llegar a la yerbatera Martín y la Facultad de Ingeniería.
La Asociación Rosarina Amigos del Riel rescató en el año 1985 uno de los coches, y se realizó un proceso de reconstrucción íntegra o integralmente por el personal de la Unidad de Gestión Eléctrica de la Línea 'K' de trolebuses.