"La situación del servicio de taxis es explosiva", advirtió ayer José Iantosca, presidente de Catiltar, una de las cámaras que agrupan a los titulares de licencias. Según advirtió, en dinero contante y sonante, la recaudación es menor que el año pasado, lo que hace complejo asumir los crecientes costos de combustible e insumos. En ese contexto, empezaron a reclamar al Ente de la Movilidad (EMR) la realización de un estudio de costos del servicio.
Según estimaciones de los dueños de licencias, entre marzo del año pasado y este tercer mes del año, la caída de pasajeros fue notable: hubo un 35 por ciento menos de viajes en cada turno.
Pero eso no es todo. "La recaudación actual es menor que la del año pasado. Trabajando un fin de semana, viernes y sábado, un taxi podía hacer unos 3.500 pesos. Actualmente hacés 2.500, con mucha suerte", graficó.
En ese contexto, los costos del servicio se dispararon. Los dueños de licencias advierten que históricamente el costo del GNC significaba el 9 por ciento de la recaudación bruta, mientras que actualmente el combustible se lleva entre el 20 y el 25 por ciento de los ingresos del día.
Los gastos para el mantenimiento del automóvil también crecieron. "El año pasado podíamos cambiar las cuatro cubiertas del auto con la recaudación de un turno. Hoy tenemos que trabajar siete días para cambiarlas", graficó Iantosca.
La misma comparación podría hacerse con el costo de los automóviles nuevos, seguros o patente.
Para el referente de Catiltar, "el sistema se sostiene en base a la precarización de todos", apuntó y advirtió que el servicio de taxis es la industria más grande que tiene la ciudad, ya que en forma directa o indirecta "hay unas 10 mil familias que dependen del taxi".
La semana pasada los dueños de los coches de alquiler pidieron a las autoridades del Ente de la Movilidad la actualización del estudio de costos del servicio, un análisis técnico que se utiliza como base para discutir aumentos de tarifa.
En forma paralela, empezaron a gestionar en el Concejo Municipal una prórroga para los automóviles modelo 2008 que este año quedarían fuera de circulación por su antigüedad.
"El aumento de la tarifa no puede esperar mucho más. Tenemos que discutir cómo lo hacemos, pero no puede esperar mucho más", consideró el taxista.
El último aumento del servicio fue del 10 por ciento y entró en vigencia a fines de octubre pasado, entonces la bajada de bandera se fijó en 43 pesos y la ficha en 1,90, para la tarifa diurna. Por la noche la bajada de bandera cuesta 48 pesos y la ficha 2,10.
"El aumento de la tarifa no puede esperar mucho más, tenemos que discutir cómo lo hacemos"