Los robos en la zona de Pichincha se intensificaron en las últimas semanas y los comerciantes se resisten a tener que incluir entre sus gastos la contratación de seguridad privada. Los tiros a la salida de un boliche, una semana atrás, provocaron en el barrio una mayor preocupación también entre los vecinos, ya que sufre una creciente degradación del entorno.
En este sentido, el local del Almacén de Pizzas fue víctima de media docena de robos. En esta oportunidad, los malvivientes ingresaron ayer a la madrugada al local de Güemes al 2200 y se llevaron televisores y la caja registradora.
Reinaldo Bacigalupo, titular del local y de la Asociación Civil Mercado Pichincha, lamentó el robo y aseguró que existe "una zona liberada". Ayer a la mañana cuando, el encargado de la pizzería de Pichincha fue a abrir el local se encontró con uno de los vidrios rotos, por allí ingresaron los ladrones.
"Por suerte fue de noche y no pasó nada con los empleados ni con la gente, pero es algo que en la zona es repetitivo y ya estamos cansados", apuntó el empresario gastronómico. Recordó que en el último año "habrán robado unas seis veces en Almacén de Pizzas" y que la pizzería se encuentra "en una esquina bien ubicada de Pichincha, pero que quedó muy sola en un lugar muy oscuro".
"Hemos puesto seguridad de noche cuando van los clientes, pero es imposible para un negocio chico tener custodia las 24 horas. Estamos librados a la buena de Dios", agregó el comerciante.
Bacigalupo dijo que por hechos similares ya tuvo varias reuniones con autoridades de la GUM y de la Secretaria de Control municipal, pero que no nota avances en la seguridad del barrio. "Ya se saben los horarios que pasan las cosas, se sabe todo pero no se actúa, siempre son promesas", evaluó.
"Es siempre la misma realidad que golpea al barrio, la zona está liberada y estos casos pasan a diario", dijo el dueño del Almacén de pizzas, para quien la reiteración de este tipo de episodios "cansa, porque siempre el privado es el que tiene todos los riesgos y de parte del gobierno no hay una actitud proactiva para resolver el problema. Nos cansa esta situación y no veo una solución a corto plazo, estamos hartos", aseguró.
En auge. En el último año crecieron los robos a restaurantes y bares, y en más de una oportunidad la violencia de los delincuentes también la sufrieron los comensales.
La búsqueda de dinero en efectivo —dado que en muchos locales gastronómicos no trabajan con tarjetas— volvió atractivo para los delincuentes este tipo de negocios.
"Necesitamos y exigimos esfuerzos y compromisos mucho mayores. Esto no puede seguir pasando en zonas que se saben calientes", ya había dicho en noviembre pasado Bacigalupo después de haber sido víctima su negocio de lo que ahora se transformó en el penúltimo robo.
Las disputas territoriales de los cuidacoches en la zona se agrega al resto de preocupaciones justo en una nueva edición de la Semana de la Gastronomía de Rosario, en la que casi medio centenar de restaurantes y bares —varios de ellos ubicados en Pichincha— participan de una movida que busca apuntalar el consumo local.