"Es cuestión de tiempo", repitió ayer la diputada provincial, militante por los derechos de las mujeres e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, Silvia Augsburger, a 24 horas de que el Senado de la Nación rechazara el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo que ya tenía media sanción de la Cámara de Diputados. Con la mirada puesta en el triunfo que significó la movilización de millones de mujeres, y más allá del anuncio del oficialismo (a través del jefe de Gabinete, Marcos Peña) que promete incluir el aborto en las propuestas de modificación del Código Penal, Augsburger dejó en claro que las cientos de organizaciones de mujeres que integran la campaña a nivel nacional volverán al ruedo el año próximo, en el nuevo período de sesiones ordinarias, con el proyecto de interrupción voluntaria. "Vamos a insistir con la legalización, que no es lo mismo que despenalizar, que es una figura que sostiene la inequidad", dejó en claro la legisladora por Igualdad y Participación. Y responsabilizó al Senado por cada una de las muertes por abortos clandestinos que se produzcan a partir de hoy y que podrían haberse evitado con la sanción.
Además de su militancia por los derechos de las mujeres, la legisladora santafesina forma parte de la campaña nacional desde 2005, y es parte de la comisión redactora que desde hace una década y, en representación de las casi 300 organizaciones que la integran vienen presentando sistemáticamente el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo en el Congreso de la Nación.
—¿Cómo analiza el proceso y fundamentalmente lo que pasó en la Cámara de Senadores?
—La mayoría del Senado fue ciega y sorda a un clamor social que se construyó en muy poco tiempo, pero que con contundencia reclama una modificación sustantiva a la penalización del aborto. A partir de este proceso, y con todo lo escuchado tanto en la Cámara de Diputados como de Senadores, es imposible sostenerla. Así lo dijeron todos los referentes que pasaron por el Congreso, es un problema de salud, y justamente desde la Campaña se construyó una propuesta que la mayoría del Senado rechazó. Y lo hizo sin tener una propuesta superadora y con dichos que nos han dejado azorados.
—¿Se refiere a las intervenciones de algunos senadores en el recinto?
—Hubo participaciones que son medievales. Este debate de la legalización, en todos estos meses, contribuye a exponer justamente estos discursos que hoy ya no pueden sostenerse. Que un senador de la Nación diga, como lo hizo (Rodolfo) Urtubey, que la violación en el matrimonio no significa violencia, es terriblemente preocupante.
—A eso se suma la permeabilidad a las presiones de los sectores más conservadores, sobre todo en el último tramo del debate
—Como ocurrió durante el debate de la ley de matrimonio igualitario, la Iglesia y los sectores más conservadores, a partir de la media sanción de la ley de diputados, comenzaron a operar con mayor fuerza. En ese caso, la fuerza del movimiento de la diversidad alcanzó para obtener mayoría también en el Senado, y en este caso sólo es cuestión de tiempo. Pero fue clara y pública la presión de la Iglesia.
—¿La legalización es cuestión de tiempo?
—El debate se abrió por presión del movimiento de mujeres, y esa fuerza no nos alcanzó para obtener la mayoría en el Senado como sí pasó en Diputados. Lejos de rendirnos, hoy seguimos trabajando, porque llevamos muchos años de construcción, y hemos dado un paso enorme como movimiento y como campaña. Más temprano que tarde va a ser ley. El Senado sólo retrasó un poco más la sanción de una legalización del aborto que es inminente. Hay una generación de jóvenes que hoy están en la calle y que incorporados a la política tienen muy clara la legalización del aborto. Lo peor que nos podría pasar es tener que esperar que esa generación se sume a la política y ocupe las bancas. La legalización va a llegar antes, estoy segura, pero lo que está claro es que esos jóvenes y adolescentes son imparables y van a ir por mucho más que por la legalización del aborto, porque no tienen techo. Lo que hizo el Senado el miércoles no sólo fue retrasar eso, sino algo más, se hizo responsable de cada una de las muertes por abortos clandestinos que haya a partir de hoy.
—Se habló de la posibilidad de un consulta popular, ¿qué opina?
—Estamos en desacuerdo porque nos sentimos convencidos de que los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres son derechos reconocidos por la Constitución Nacional, y no se plesbicitan.
—¿Y sobre el anuncio que hizo el oficialismo de incorporar el tema del aborto en las propuestas de modificación al Código Penal que enviará al Congreso el año próximo?
— Eso lo anunciaron y va a mantener el tema en agenda, y el debate abierto. Desde la Campaña debemos esperar un nuevo período de sesiones ordinarias, pero vamos a insistir con el proyecto de legalización que desde las organizaciones venimos presentando. Porque además hablan de despenalización, y nosotros seguimos sosteniendo la inequidad que plantea hablar de despenalización, una figura que además deja el problema sin resolver porque las mujeres que no pueden acceder al sistema de salud van a seguir muriendo por abortos clandestinos. Vamos a insistir con legalización, que es lo que garantiza que el sistema de salud se haga cargo.