La comunidad educativa de la Escuela Técnica Número 392 Juramento de la Bandera se concentró este miércoles al mediodía frente a la misma, en avenida San Martín y Arijón, en los confines del barrio Las Delicias, en reclamo de la pronta finalización de las obras de construcción del nuevo edificio, así como de la habilitación de la nave 3, en el exBatallón de Comunicaciones 121, donde comenzarán a dar las clases de taller hasta que terminen los trabajos en el establecimiento, según informaron su director, Víctor Burlon, y la referente de la cooperadora y madre de un alumno, Nadia Santillo, a La Capital.
“El ministro (de Educación Víctor Debloc) visitó ayer las obras en la escuela y en el Batallón, y se comunicó con la secretaria de Ciencia y Tecnología (Marina Baima), que estaba en Estados Unidos, y dijo que en 21 días se habilitarán las obras en este último lugar para que podamos empezar a dar los talleres”, anticipó este mediodía el director de la escuela, en medio de la nutrida y colorida marcha de estudiantes, docentes, madres y padres de la Escuela Juramento de la Bandera, apoyados por alumnos y profesores de la vecina Escuela Luis María Drago, de Buenos Aires y Regimiento 11, en el vecino barrio Las Heras, que les prestan el salón de usos múltiples y un aula para que puedan dar clases de teoría.
En este sentido, Burlon reveló que “autorizaron a que los maestros de taller acondicionen la mitad de la nave 3 del batallón, así que el lunes vamos a ir con la gente del FAE (Fondo de Asistencia Educativa) a empezar a hacer las reparaciones y después le vamos a pedir a la secretaria de Ciencia y Tecnología una autorización por escrito de que podemos utilizar las instalaciones porque alli habrá alumnos menores de edad”.
Asimismo, el director recordó que “el problema es que se tiró abajo una escuela y no se habilitó otro espacio para dar las clases de teoría ni para dar los talleres, le propusimos al director del (ex) Batallón (121) que podríamos dar taller en la mitad de la nave 3 que queda libre del espacio que ocupan los muebles, tornos y herramientas. ¿Qué mejor que los alumnos más grandes armen su propio taller? Pero nos contestó en su momento que necesita que el Ministerio de Educación le pida autorización a la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la provincia, de quien depende el Polo Tecnológico”.
A la vez, Burlon reportó que “enfrente de la nave 3 del batallón está el edificio del Casino de Oficiales, que está siendo refaccionado para que podamos mudarnos y dar allí las clases de teoría, y que estaría acondicionado en 20 días”.
Dos buenas noticias
El viejo edificio de la escuela está en pleno proceso de remodelación, en una obra otorgada el 6 de enero último a una empresa constructora, en una buena noticia para la comunidad educativa, pero se demoraron tanto las obras de acondicionamiento de la nave 3 del exBatallón 121 que los directivos de la escuela estuvieron dos meses para lograr que el Ministerio de Educación destrabe la bendita autorización de la Secretaría de Ciencia y Tecnología.
“Gracias a la generosidad de las autoridades de la Escuela Drago podemos dar las clases de teoría en tres salones, que en realidad son el SUM y un salón, donde asisten tres cursos a cada uno de esos espacios media mañana, y otros tres cursos van en el otro medio turno, y hacemos lo mismo por la tarde, pero a esta altura del año en una escuela técnica todavía no pudimos empezar a dar los talleres” abundó Burlon.
Por su parte, Nadia Santillo, referente de la cooperadora, contó que “como mamá nos juntamos con otros cooperadores y fuimos dos veces al ministerio, donde nos dijeron que iban a hacer una reunión para informarnos, pero nunca nos llamaron”.
La Escuela Juramento de la Bandera tiene una matrícula de más de 600 estudiantes, pero ante la falta de edificio propio muchos alumnos se fueron a otros establecimientos. “Muchos padres y madres sacan a sus hijos de la escuela, por eso estamos aquí con toda la comunidad educativa para pedir la finalización de las obras del edificio, así como que nos habiliten la nave 3 del batallón para empezar a dar los talleres de instalaciones electromecánicas y de administración y gestión de las organizaciones”, advirtió Burlon.
Con las buenas noticias de la autorización para instalar los talleres en la nave 3 y de la promesa de entregarles el edificio del Casino de Oficiales en 20 días, Burlon aprovechó la ocasión para reflexionar sobre que “a pesar de que estamos viviendo una situación horrible y compleja por la falta del edificio propio también debemos agradecer infinitamente la generosidad de la comunidad de la Escuela Drago, con cuyos directivos, docentes y alumnos compartimos momentos hermosos como el izamiento de la bandera, un mate cocido para los chicos en la copa de leche, los actos escolares y que nuestros maestros de taller reparen instalaciones de su edificio. Y te digo más: el 20 de junio vamos a hacer juntos el acto del Día de la Bandera en la Drago”.