Dirigentes de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) fueron recibidos en la sede del Arzobispado de Rosario por monseñor Eduardo Martín, arzobispo de la diócesis local, y por el padre Fabián Monte, responsable de la Pastoral Social.
El encuentro se desarrolló en un clima cordial y tuvo como eje el posicionamiento de la Iglesia rosarina frente a la situación social y laboral. Durante la reunión, las organizaciones sindicales y sociales manifestaron su conformidad con los términos del documento difundido por la Pastoral Social de Rosario, en el que se afirma que “los trabajadores son sujetos de derecho y no material descartable”.
Desde la CATT y la CCC destacaron especialmente ese concepto, al considerar que expresa una mirada crítica frente a las reformas que impulsa el gobierno nacional en materia laboral. En ese marco, las autoridades religiosas expresaron su acompañamiento y bendición a la movilización que los trabajadores realizarán contra la reforma laboral.
Marcha contra la reforma laboral en Rosario
La marcha está prevista para este jueves, con concentración a las 10 frente a la iglesia de San Cayetano y un acto central a las 12 en la plaza 25 de Mayo, en el centro de Rosario. Según se informó, la convocatoria busca visibilizar el rechazo a los cambios propuestos en la legislación laboral y reclamar políticas que garanticen derechos y condiciones dignas de trabajo.
Desde la Pastoral Social local ratificaron su preocupación por el impacto social de las reformas en debate y remarcaron la necesidad de que las políticas públicas tengan como eje la dignidad del trabajo y la inclusión social, en línea con la doctrina social de la Iglesia.
El comunicado de la Iglesia de Rosario
En medio de la fuerte polémica que atraviesa al país por la reforma laboral, la Pastoral Social de Rosario tomó la semana pasada una posición pública con un documento de alto contenido político, social y doctrinario, en el que reclama que cualquier modificación al régimen laboral parta del reconocimiento del trabajador como sujeto de derechos y no como una variable de ajuste.
“Todos los ciudadanos debemos involucrarnos y serán nuestros representantes quienes dictarán la ley correspondiente”, plantea el texto, que busca aportar al debate desde la Doctrina Social de la Iglesia Católica, aclarando que no ingresa en cuestiones técnicas ni partidarias, pero sí en los principios que deben regir cualquier transformación estructural del mundo del trabajo.
Uno de los pasajes más sensibles del documento señalaba que la informalidad laboral y el trabajo no registrado privan al trabajador de la seguridad social y constituyen una práctica injusta que debe erradicarse.