La incontinencia urinaria, definida como la pérdida involuntaria de orina, es una condición más común de lo que se cree. Se estima que 1 de cada 4 adultos de más de 40 años convive con este problema y apenas el 45% lo consulta con un profesional, lo que significa que más de la mitad de los afectados ocultan su situación y no buscan ayuda, a pesar de que existen tratamientos.
Cada 14 de marzo se conmemora el Día de la Incontinencia Urinaria para hacer visible el problema e intentar que deje de ser tabú.
La pérdida de orina afecta más a las mujeres pero los hombres también la sufren. Los pacientes se ven seriamente afectados en su vida cotidiana. Muchos dejan de practicar deporte, de planificar viajes y salidas, sienten que tienen olor y toman un montón de medidas para disimularlo. Los afecta también en su vida sexual. Así, viven pendientes de este problema y muchas veces ni intentan buscar una solución.
Se clasifica principalmente en dos tipos: la incontinencia de esfuerzo y la incontinencia de urgencia.
La incontinencia de urgencia se caracteriza por la pérdida involuntaria de orina durante actividades que aumentan la presión abdominal: levantar objetos pesados, saltar o reírse.
La incontinencia de urgencia tiene que ver con la necesidad intensa e incontrolable de orinar, que no puede posponerse, resultando en una pérdida de orina. Está muy asociada al "síndrome de la llave", un fenómeno en el que la urgencia de orinar se incrementa cuando uno está llegando a casa y aumenta aún más al sacar las llaves para entrar. También puede verse exacerbada por el contacto con agua fría. Es importante la consulta precoz porque también puede ser síntoma de condiciones neurológicas como la enfermedad de Parkinson y el Alzheimer.
La incontinencia urinaria de esfuerzo es más común en mujeres que en hombres, con una proporción de tres a uno. Aunque puede presentarse en todas las edades: no es exclusiva de las personas mayores. De todos modos, a mayor edad, más prevalencia.
Tratamientos para la incontinencia urinaria
Con el diagnóstico del tipo de incontinencia y la evaluación de la historia clínica del paciente, más un examen físico, se pueden determinar los diferentes abordajes de tratamiento para corregir y mejorar la calidad de vida.
Actualmente la tendencia es un enfoque escalonado para ir viendo la respuesta del paciente. Se puede empezar con acciones menos invasivas (modificación del comportamiento, kinesiología de piso pélvico) a las más invasivas (cirugías) en caso de no responder a los tratamientos de primera línea.
Las opciones de tratamiento pueden incluir cambios de hábitos, kinésicas, farmacológicas, conductuales o quirúrgicas. Sin embargo, existen pacientes que no responden a las propuestas, especialmente en casos de incontinencia urinaria de urgencia.
Muchos pacientes, incluso después de recibir múltiples medicamentos y tratamientos con botox en la vejiga (una de las posibilidades que pisa fuerte desde hace tiempo) no logran alcanzar la continencia debido a esta patología.
En estos pacientes, no todo está perdido. Aunque estos procedimientos pueden resultar insuficientes, lo que puede llevar al paciente a abandonar el tratamiento o tener una baja adhesión al mismo, existen alternativas. En estos casos, se puede recurrir a técnicas muy novedosas como la neuromodulación.
La terapia de neuromodulación sacra es un tratamiento ya probado en todo el mundo y cada vez más en la Argentina, utiliza estímulos leves para reestablecer el funcionamiento del sistema miccional. Además, resulta muy útil para corregir trastornos evacuatorios en coloproctología.
Impacto emocional de la incontinencia urinaria
Christian Cobreros, presidente de la Asociación Latinoamericana de Piso Pélvico, pidió que se visibilice este problema porque sigue siendo "un tabú social" que afecta en forma considerable el estado anímico y la calidad de vida de los pacientes.
“No es una condición que debamos naturalizar en nuestra vida debido a que es un problema médico para el cual existen soluciones efectivas. La clave está en buscar ayuda, hablar abiertamente sobre el problema y explorar las diferentes opciones de tratamiento disponibles”, enfatizó.