La designación del médico veterinario Daniel Salamone al frente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) se oficializó con la firma del decreto y publicación en el Boletín Oficial recién este mismo jueves, a pocas horas de que los investigadores del organismo marcharan no sólo rechazando las medidas del gobierno nacional, sino además exigiendo claridad e información dentro del organismo. Es que desde la asunción el especialista en clonación mantuvo una serie de reuniones, donde incluso adelantó el congelamiento del presupuesto del Conicet, sin haberse cumplimentado los pasos administrativos formales de su designación.
El decreto Nº102 lleva la firma del propio presidente y del jefe de Gabinete de ministros, Nicolás Posse, de quien hasta esta semana dependía directamente el organismo tras la desaparición del Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación definida por la nueva gestión.
Daniel Salamone, médico veterinario recibido en la Universidad de Buenos Aires (UBA), con maestría en Canadá y un doctorado en biotecnología, a quien además el propio Milei definió como "el clonador nacional", ya que está especializado en reproducción asistida y clonación de animales domésticos y salvajes.
La oficialización es clave en un marco de profunda incertidumbre que viene atravesando el organismo de ciencia y técnica, y gran parte del sistema científico nacional, ya que las últimas semanas fueron de reuniones y adelantos de información que ante la falta de decreto que lo designara en el cargo no eran considerados más que como "trascendidos".
En estado de alerta
Lo cierto es que los trabajadores del Centro Científico Tecnológico Rosario (CCT) no sólo movilizaron este miércoles contra las medidas contenidas en el decreto presidencial, sino que además rechazaron "la desjerarquización del organismo" y el programa de "vaciamiento" que propone la nueva gestión.
En ese contexto, se declararon "estado de alerta" y a la espera, y más hora, de definiciones oficiales por parte de las nuevas autoridades.
Las posibilidades del congelamiento del presupuesto 2023 para funcionar durante el 2024, lo que alcanzaría para cubrir gastos y salarios hasta junio -como lo habría señalado el propio Salamone en las últimas semanas-; así como el no otorgamiento de becas, y de los ingresos a la carrera de investigador y cargos administrativos pendientes y ya concursados, y la afectación de financiamiento para equipamiento y obras que estaban previstas se cuentan entre los principales puntos que preocupan a a los investigadores.