La enfermedad de Chagas, producida por el parásito Trypanosoma cruzi, fue descubierta en 1909 por el doctor Carlos Ribeiro Justiniano Chagas, un médico e investigador brasileño. Según estimaciones de la OMS existen hasta 10 millones de personas infectadas desde los Estados Unidos hasta el sur de Latinoamérica. En Argentina se estima que vive el 20% de la población mundial infectada, el equivalente a más de un millón y medio de personas. Si bien el país tiene la mayor cantidad de personas afectadas por Chagas en Latinoamérica, solo el 10% accede al tratamiento.
En Rosario hay más de 2 mil pacientes diagnosticados que reciben atención en efectores públicos, aunque también hay personas con acceso a la salud privada que tienen Chagas, por eso, ante la aparición de síntomas todos los médicos deben sospecharla.
En la ciudad, el Hospital Centenario concentra la mayor cantidad de pacientes. El área de Chagas de dicho centro de salud, que es referente regional en este tema, fue impulsada por el doctor Juan Beloscar.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la OMS generaron una iniciativa denominada ETMI Plus para la eliminación de la transmisión materno infantil de varios agentes infecciosos, entre ellos el Chagas congénito (junto a la infección por sífilis, HIV y Hepatitis B). La Maternidad Martin de Rosario está desarrollando actualmente en colaboración con el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de la ciudad de Buenos Aires, un estudio multicéntrico para validar técnicas de biología molecular (PCR) que permitirán mejorar el diagnóstico y tratamiento del Chagas y de la sifilis congénita.
En la Argentina todos los años nacen 1.500 bebés con Chagas.
>>Leer más: En el Hospital Centenario atienden a más de 2 mil pacientes con Chagas
La enfermedad se asocia a zonas rurales empobrecidas pero las migraciones han diseminado la enfermedad, primero a zonas urbanas de los países endémicos y posteriormente a países no endémicos.
¿Cómo se produce el contagio? El médico infectólogo Marcelo Leguizamón, miembro de la comisión de Enfermedades Endémicas y Emergentes de la Sociedad Argentina de Infectología, dijo a La Capital que "se transmite principalmente por un vector, un insecto hematófago (el más conocido es la vinchuca) aunque también puede transmitirse por otras vías, como la sanguínea (transfusiones de sangre, trasplantes de órganos, compartir jeringas entre usuarios de drogas endovenosas), la vía vertical o congénita, la vía oral (jugos de frutas contaminados, no reportada en Argentina) y también en accidentes de laboratorio".
No solo la vinchuca
En las regiones afectadas son varias las especies animales que actúan como reservorio de la enfermedad y permiten la existencia de diferentes cepas aisladas, que corresponden a diversos genotipos de Trypanosoma cruzi y que infectan a unas 150 especies pertenecientes a 24 familias de la fauna doméstica y silvestre. "Las poblaciones rurales suelen hacer sus viviendas con los elementos que les brinda la naturaleza, troncos, barro, y otros elementos, es lo que conocemos como ranchos. Allí la vinchuca encuentra condiciones ideales para vivir, reproducirse, evitar sus predadores naturales y disponer en libertad de alimento como la sangre de sus habitantes a través de las picaduras realizadas sobre todo, durante el sueño de sus moradores".
La antigua frase "mientras exista un rancho, existirá el Chagas” sigue teniendo una "triste vigencia", mencionó Leguizamón.
Silenciosa y peligrosa
La mitad de los pacientes infectados no presentan síntomas, pero alrededor de una tercera parte padecerán enfermedades cardíacas y un 10% presentará manifestaciones clínicas digestivas (habitualmente, dilatación del esófago y/o del colon), neurológicas o mixtas. Debido a su morbilidad y mortalidad, la enfermedad de Chagas es considerada uno de los problemas de Salud Pública más importantes en América Latina.
Leguizamón comentó que "en la Argentina más de 1500 bebés nacen cada año con la infección, de los cuales menos del 50% cuentan con el diagnóstico y menos aún reciben el tratamiento oportuno que permitiría llegar a una cura. Esta reacción tardía o nula tiene un impacto negativo sobre la vida presente y futura de cada uno de esos menores, además de violarse el derecho de los niños a tener una vida libre de enfermedades. Un adulto con Chagas es un niño que no fue tratado".
En el mundo la situación es también crítica ya que menos del 1% de las personas infectadas tienen acceso al tratamiento específico. "En Argentina se estima que menos del 10% de los pacientes con criterios de tratamiento reciben el mismo. Es la enfermedad olvidada con mayor cantidad años de vida productivos perdidos en Latinoamérica", señaló el profesional.
Cambio climático
Existe una influencia del cambio climático en la reproducción del vector. "Este nuevo escenario produce hechos que complican la realidad epidemiológica: aumenta la capacidad reproductiva del insecto y disminuye el poder residual de los insecticidas".
¿Qué falta para terminar con el Chagas? "Hay varias razones por las que aún no se ha podido erradicar en nuestro país pero entre las grandes faltas se destacan la persistencia de los prejuicios, las debilidades y el compromiso de los sistemas de salud, la baja de ejecución del presupuesto y la falta de cumplimiento de la Ley 26.281 (que fue reglamentada 15 años después de su aprobación)", destacó el infectólogo.