En los últimos quince años, se triplicó la cantidad de mujeres que forman parte de la policía provincial. Sin embargo, la mayor presencia de mujeres en la fuerza no produjo todavía una transformación de algunas prácticas de la institución. Así lo advierte un estudio realizado por la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y los ministerios provinciales de Seguridad y Género. Por ejemplo, si bien dos tercios de las mujeres policías afirman que las posibilidades de ascenso han mejorado en los últimos años, una de cada cuatro destaca que deben trabajar más duro que los varones para acceder a cargos de jerarquía y una de cada tres considera que las posibilidades de ascenso en la carrera policial dependen fuertemente de las relaciones informales y que eso suele beneficiar a los varones.
“La provincia experimentó un cambio muy radical en lo que respecta a la labor de las mujeres policías. En poco más de 15 años, creció exponencialmente el número de mujeres que ingresó a la fuerza, que llega a un 36 por ciento del total. También fueron cambiando los roles que ocupan dentro de la misma; la relación con sus compañeros varones; y las tareas de mando. Aún faltan varias cosas que se deben trabajar y afinar, pero es un avance muy importante ya que la Policía de Santa Fe es una de las únicas del país que logró modificar las políticas de inserción y formación”, advirtió el director del proyecto de investigación, Máximo Sozzo, durante la presentación del trabajo.
La investigación se denomina Trayectorias y Roles Laborales de las Mujeres Policías de la Provincia de Santa Fe y fue presentada ayer en un acto del que participaron referentes de los ministerios de Seguridad y de Igualdad Género y Diversidad, junto con la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Se trata de una investigación social inédita en su tipo en nuestro país -y en América latina- que a través de entrevistas en profundidad con mujeres policías que se desempeñan en la provincia busca reconstruir sus experiencias, representaciones y prácticas en relación a su inserción en el trabajo policial, identificando diversos problemas y dimensiones.
En total se entrevistaron, durante 2020 y 2021, a 95 trabajadoras policiales que se desempeñaban en las cinco unidades regionales más importantes de la provincia y que tienen diferentes grados y antigüedades y desenvuelven distintas tareas policiales. El trabajo aborda distintos aspectos del trabajo policial: el ingreso, la formación, las tareas, la relación con la ciudadanía y el vínculo entre trabajo y la vida familiar.
En los últimos años, creció la presencia de mujeres en la policía provincial. En 2005, de los 15.020 agentes, 2.321 eran mujeres, apenas un 15,4%). En 2020, de los 21.563 policías santafesinos, 7.601 eran mujeres; lo que representa al 35,2 por ciento de los uniformados. En términos absolutos el número de mujeres policías se triplicó y en términos porcentuales esto implicó más que una duplicación en sólo 15 años.
Hace un mes, Margarita Romero fue nombrada como jefa de la Policía de Rosario. Sin embargo, al indagar sobre las posibilidades de ascenso en la carrera policial, las mujeres advirtieron sobre algunas diferencias con los varones.
Desigualdades
Si bien la mayoría consideró que tienen las mismas oportunidades para acceder a cargos de jerarquía que un varón, muchas de ellas afirmaron que esto es resultado de un cambio en los últimos años. Sin embargo, un quinto de las mujeres afirmó que persisten desigualdades que asocian al machismo.
De acuerdo a los primeros resultados del informe, dos tercios de las mujeres policías afirman que las posibilidades de ascenso para las mujeres en la carrera policial han mejorado en los últimos años.
Ese porcentaje asciende 9 de cada 10 entre quienes ocupan posiciones directivas, reflejando sus propias trayectorias profesionales. Estas entrevistadas asocian esto al incremento del volumen de mujeres dentro de la institución policial pero también a su mayor tendencia a capacitarse en relación a los varones.
Poco más de un cuarto de las entrevistas sostienen que las mujeres deben trabajar más duro que los varones para ascender en la jerarquía policial. Esa creencia esta más difundida entre quienes ocupan posiciones directivas y menos entre quienes están en la base de la estructura jerárquica. Entre la mayoría que consideran que esto no es así, hay muchas entrevistadas que sostienen que sí era de ese modo en el pasado.
Seis de cada 10 entrevistadas consideran que muchas veces las mujeres policías deciden no ascender en la carrera policial. Muchas entrevistadas asocian esta decisión a la necesidad de compatibilizar su trabajo con las exigencias ligadas a las tareas de cuidado asociadas a la maternidad que recaen desigualmente sobre sus espaldas. Pero en algunos casos aparecen referencias a la falta de vocación o de ambición profesional.
Un tercio de las entrevistadas considera que las posibilidades de ascenso en la carrera policial dependen fuertemente de las relaciones informales y que eso suele beneficiar a los varones policías. Sin embargo, la mayor parte de las mujeres policías no consideran que esto sea así -entre ellas algunas sostienen que sí era de ese modo en el pasado-.
La investigación, elaborada por el Programa Delito y Sociedad de la UNL con financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (CFI), brinda un análisis detallado sobre las experiencias de las mujeres en la institución policial, constituyendo un importante aporte para el diseño de acciones que tiendan a garantizar su plena incorporación cómo trabajadoras policiales, en igualdad de derechos y condiciones.
Al respecto, la subsecretaria de Bienestar y Género, Natacha Guala, indicó que “es la primera vez que se realiza un informe de estas características, el cual busca recoger las voces de las mujeres policías para comprender, desde su propia perspectiva, cuáles son los obstáculos que han debido enfrentar en la institución policial y cuáles son las acciones que debemos seguir trabajando”.
“Por otro lado, estos resultados nos permiten planificar políticas públicas desde el Ministerio a fin de garantizar la inserción de las mujeres en la Policía de Santa Fe. En este sentido, en los últimos años, pudimos erradicar el cupo laboral femenino; garantizamos la creación de un circuito de toma de denuncias para los hechos relacionados a la violencia de género y el acoso dentro de la institución; y planificamos políticas que puedan garantizar las tareas de cuidado familiar sin descuidar la carrera profesional”, concluyó.