Lo que no tiene el tiempo es vuelta atrás. Y a esta altura, para el tramo de San Juan que va de San Martín a Entre Ríos quizás sea una buena noticia.
Por Silvina Dezorzi
Lo que no tiene el tiempo es vuelta atrás. Y a esta altura, para el tramo de San Juan que va de San Martín a Entre Ríos quizás sea una buena noticia.
Allí se empieza a ver la transformación pergeñada por Planeamiento municipal para un corredor muy degradado, donde cuatro años después de que se aprobara un plan especial para el sector hay diez importantes proyectos inmobiliarios en marcha y otros quince en carpeta.
En ese marco es que la galería Dominicis (una de ellas, porque la otra con el mismo nombre sobrevive en Corrientes y Catamarca) ya dejó de existir para dar paso a la incipiente construcción de dos torres de siete pisos, con 42 departamentos, a cargo de la firma Bauen Pilay.
A media mañana de ayer, un camión volcador vertía algunas toneladas de tierra en el solar, mientras dos inspectores de tránsito cortaban Sarmiento.
Dentro del predio, y bajo la atenta mirada de la jefa de obra de Bauen y de una empleada de la firma de demoliciones Bili SRL, una máquina compactadora y una pala mecánica llevaban y traían tierra y escombros alrededor de la profunda perforación para los cimientos.
El cartel de las futuras torres ya anuncia lo que vendrá en lugar de la galería, cerrada desde hace casi tres años tras larga falta de inversión, estrategias comerciales y aggiornamento.
Su emplazamiento en un área comercial del centro poco dinámica, al punto de que hubo que diseñar un plan especial para la reconversión de San Juan, tampoco contribuyó a su supervivencia, a pesar de que hasta el final un local de Sport 78 le insufló aire.
Hoy esa misma firma atiende al lado y el otro predio lindero a las futuras torres mantiene un amplio estacionamiento.
Sin conexión
Al demoler la vieja galería, con entrada principal por Sarmiento, también se cerró la conexión con el pasillo mucho más corto y sobre todo angosto que el paseo poseía por San Juan.
Hoy ese tramo sigue en pie, curiosamente albergando incluso un negocio tradicional, la semillería Victoria, que durante 70 años atendió enfrente, en otro antiguo local sobre la mano impar de San Juan.
Su dueño actual, Osvaldo Romero, cuenta que en la Dominicis tenía una sastrería su papá. "Yo de acá tengo muchos recuerdos de muchacho, porque mi padre puso el negocio en el 77", unos años después de que Sport 78 abriera sus primeras oficinas en la galería, recuerda el comerciante.
En el tramo "sobreviviente" del paseo quedan, aparte de ese local "verde", otro de gráfica para eventos, dos de reparación de celulares y una relojería, el único de los originales que ayer estaba abierto.
Emplazado allí desde 1979, el comercio perdió una vidriera, que daba al pasillo central con salida a Sarmiento. Quien es su propietario desde 1990 empezó siendo empleado. "Crecí en este lugar y tejiendo relación con los demás locatarios, que no sé si decir que eran una familia, porque a la familia no se la elige, pero seguramente eran amigos", afirma Díaz.
Y recuerda todavía la "despedida fuerte" que vivieron cuando, en septiembre de 2015, la galería principal se cerró. Allí funcionaban por entonces todavía el bar Celona y el outlet de Sport 78. Ya habían partido el reparador de bolsos y valijas, una agencia de viajes, una casa de sellos y una perfumería.
"De la vida van quedando imágenes. Y cuando les agregás la vivencia es como si pasara una película", resume Díaz. Poco queda en pie de ese pasado. Indefectiblemente, lo que viene es otra cosa.
Un recordado cartel que irá al museo
Durante años, al frente de la galería estuvo Emporio Dominicis, un gran local de venta de bicicletas que dio origen al emblemático cartel con la imagen tridimensional de ese rodado. Una joya que ahora irá a parar al Museo de la Ciudad.