Por Silvina Dezorzi
Pese a haber sido incluida en el esquema obligatorio y gratuito en 2017, la vacuna contra el meningococo (que protege contra cuatro de las cinco variedades de la bacteria que provoca enfermedades graves como la meningitis e infecciones generalizadas) ya sufrió un cambio importante en su indicación.
Cuando fue agregada al calendario nacional, el año pasado, el Ministerio de Salud indicó que los bebés —el grupo más vulnerable— deberían recibirla a los tres, cinco y quince meses, mientras que los chicos de 11 años también tendrían que vacunarse con una dosis única por ser portadores del germen.
Ese último segmento, el de los niños de 11, es el que ahora quedará postergado para garantizar la vacuna entre los más pequeños.
"Santa Fe venía reclamando por demoras en la entrega de las vacunas desde el año pasado", recordó Uboldi, atrasos que en el caso de Rosario llegaron a durar hasta dos meses, complicando los esquemas de vacunación.
Hace apenas un mes, después de que la funcionaria denunciara el faltante de esa vacuna y otros medicamentos de alta complejidad que debían llegar del gobierno central (ver aparte), fuentes de Salud de la Nación salieron a desmentirla y acusaron a "la administración socialista" de "generar temor en la ciudadanía con un tema sensible como es la salud". Por desgracia, el tiempo dio a Uboldi la razón.
Enfrentar la realidad
La situación quedó blanqueada la semana pasada en un "taller de vacuna" y una reunión del Consejo Federal de Salud (Cofesa), donde el ministerio admitió que "no iba a haber dosis para todos los grupos". Ante esa realidad, explicó la ministra, la provincia "propició que se readecuara el calendario de vacunación para garantizar la protección entre los más chiquitos, postergando a los chicos de 11".
Ahora les corresponderá a los "equipos médicos" de los centros de salud "recuperar" a los nenes a los que les faltan dosis, "revisando carnet por carnet", para "garantizar" la cobertura entre los menores de dos años.
En realidad, dijo Uboldi, el calendario no planteaba vacunar a los 11 "porque haya prueba de que un chico de esa edad tiene más riesgo de enfermarse que un adulto, sino para disminuir el riesgo global".
Hasta que se tomó y se blanqueó la decisión, desde la Nación dieron distintas respuestas sobre por qué no llegaban las partidas, incluida la de que las vacunas estaban retenidas en la Aduana. Luego quedó claro que la devaluación había dejado chico el presupuesto para importarlas a precio dólar.
Uboldi descartó además que Santa Fe pueda adquirir las dosis por sí sola, no sólo por una cuestión de recursos y permisos de importación, sino "porque en el marco de un esquema nacional de vacunación tendría poco sentido que unas provincias la tuvieran y otras no".