La resolución del Ministerio de Salud de la Nación que en las últimas horas habilitó la venta sin receta de la anticoncepción hormonal de emergencia no sólo busca hacer más fácil el acceso de las mujeres y personas con capacidad de gestar a sus derechos sexuales y reproductivos. Ahora, en las farmacias ya no será necesario contar con una receta médica para poder comprar la también llamada "pastilla del día después", sino que alcanzará "el consejo profesional del farmacéutico", aunque vox populi señalan que muchos establecimientos eso ya venía siendo de ese modo. En la red de salud pública, en tanto, podrá ser entregada por cualquier integrante de los equipos, sea médico, enfermero o administrativo, sin consulta médica previa y con retiro por farmacia, como venía sucediendo hasta el momento.
"Esta decisión marca el avance en materia de derechos sexuales y reproductivos que ha habido en los últimos años", señaló la referente regional de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, Lucrecia Aranda, que además no dejó de señalar que la medida "es muy importante porque si alguien se encuentra con un farmacéutico antiderechos no se la van a poder negar y siempre es importante que la normativa venga a emprolijar los avances en materia de derechos".
Las resoluciones firmadas por la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti en marco del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, que se celebra cada 28 de mayo, no sólo permiten ampliar el acceso a la Anticoncepción Hormonal de Emergencia (AHE), sino que además actualizan el "Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción voluntaria y legal del embarazo (IVE/ILE)" de acuerdo a directrices 2022 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En este último punto establece cuatro cambios significativos con relación a las recomendaciones internacionales, que recomiendan que se elimine la criminalización del aborto y se aborde desde una política sanitaria, al tiempo que instan a que los países desistan de criminalizar efectivamente a las personas que interrumpen o ayudan a interrumpir un embarazo.
Además, reconocen que el personal médico de todas las especialidades pueda participar en el proceso de acceso a abortos seguros si tienen el entrenamiento adecuado y proponen eliminar todos los requisitos que no resulten clínicamente necesarios para la seguridad de la práctica del aborto.
El acceso sin receta
En el caso del acceso a la anticoncepción de emergencia en las farmacias, el miembro del Colegio de Farmacéuticos, Leonardo Jurado, señaló que "es necesario dejar en claro que no es un medicamento de anticoncepción, sino una acción ante una urgencia" y explicó que "serán entregadas con el consejo farmacéutico", una atención que llevan adelante los profesionales, pero que no requiere de la presentación de la receta con firma médica.
"Hay una leve línea entre una cosa y otra, pero son distintas", dijo Jurado, que señaló que lo que hacen frente a estos casos es "una atención farmacéutica en caso de urgencia" y aclaró que siempre a posteriori "se recomienda la visita a un médico tratante o especialista".
En el mismo sentido, en la red de centros de salud de la Municipalidad señalaron que a partir de la nueva normativa "la anticoncepción de emergencia estará disponible para las usuarias que soliciten la entrega a cualquiera de las personas de los equipos de salud, ya no solo a través de los procesos de atención de un médico y después de retiro en farmacia", explicó Silvina García, subdirectora de Centros de Salud del municipio.
La funcionaria explicó que la solicitud podrán hacerla a "un médico, un enfermero, un administrativo o cualquier persona que tiene indicaciones de cómo otorgarlo en el marco de los derechos de las mujeres y estas nuevas disposiciones".
Así y todo, García recalcó que "además de la entrega lo que siempre se ofrece es la posibilidad de una consulta médica en el centro de referencia ya sea para pensar en un método anticonceptivo si no tenía uno previamente o en cambiar, en caso de que ya hubiera tenido uno, además de entender de que el uso de esta medicación se trata de una situación eventual y que hay que buscar otras alternativas de cuidado".
Una píldora resistida
Cuando reconoce "el avance" que significa la decisión del Ministerio de Salud de la Nación desde la Campaña por el Derecho al Aborto, Aranda no sólo recuerda la aprobación temprana en el Concejo Municipal de Rosario a partir de un proyecto de Liliana Pauluzzi del uso la anticoncepción de emergencia, sino también las resistencias que eso provocó.
"Por entonces, recién arrancando la década del 2000, un entonces poco conocido abogado que actualmente es diputado provincial, Nicolás Mayoraz, presentó en la Justicia un recurso de amparo contra la ordenanza argumentando que la pastilla era abortiva, amparándose en la figura de la ley 10.000 de intereses difusos, que tuvo muchas instancias y que finalmente fue rechazada porque para nada él podía representar los intereses de los futuros niños por nacer", señaló Aranda. Y añadió: "Desde entonces fueron muchos los avances en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y hoy esta resolución viene a emprolijar esos avances".
Sin embargo, sin abandonar ni uno de los pilares del lema de la Campaña ("Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir"), Aranda remarcó uno de los mayores déficits que el Estado no pudo saldar, que es la aplicación de la ley de educación sexual integral (ESI) en las escuelas.
Y si bien remarcó la existencia de "excelentes materiales de Nación y de los equipos de ESI de la provincia", dejó en claro que "su aplicación en las aulas depende de los compromisos de cada uno de los docentes, porque en la transversalidad parece que esos contenidos no son asumidos por nadie en concreto".
"Todos estos cambios y avances de los que hablamos no fueron acompañados por la educación", señaló y justamente puso como ejemplo la anticoncepción de emergencia: "Esto marca un salto, logramos que se pueda vender sin receta este producto que durante tanto tiempo se dijo que era abortivo y no lo es, sino que es para prevenir un embarazo no deseado, pero que es de uso de emergencia y lo que sigue faltando es eso, educación sexual para que las adolescentes sean utilizar esto que llaman la pastilla del día después, pero que deben saber es una excepcionalidad".
Lo mismo, indicó, sucede con la ley de interrupción voluntaria de embarazo, sobre la cual "no hubo campañas de difusión masiva desde su sanción", indicó.
"Es la educación sexual y la información lo que instala y lo que permite dar legitimidad, porque que sea legal, no significa que el aborto dejó de estar estigmatizado -explicó-. Es necesario ahora desestigmatizar, avazar en la ESI que es el núcleo duro, el que tiene que ver con lo ideológico y pone en cuestión lo simbólico y que permite seguir avanzando".