La Municipalidad envió un proyecto al Concejo para financiar obras de pavimentación definitiva por 2.500 millones de pesos. Actualmente, el 63% de las calles de la ciudad cuenta con pavimento definitivo (con cordones, hacia donde el agua de lluvia escurre), el 33% con provisorio (desaguan hacia zanjas laterales), el 3% con material estabilizado y el 1% es de tierra. Desde el Ejecutivo indicaron que todas las obras irán a mejorar el 33% del provisorio y en total, según estimaron, se podrán desarrollar más de 300 cuadras de pavimento definitivo en zonas que padecen cada lluvia, cuando el agua desborda zanjas y deja en las calles y sus márgenes todo tipo de desperdicios, tanto materiales como orgánicos.
Desde el Ejecutivo indicaron a La Capital que el proyecto tiene en cuenta la pavimentación definitiva, con cordones, de más 300 cuadras de la ciudad. A su vez, agregaron que en Rosario hay 17.625 calles: 63% con pavimento definitivo, 33% con pavimento provisorio, 3% con material estabilizado y 1% de tierra, “en su mayoría ubicadas en dos zonas rurales que todavía tiene la ciudad, principalmente en el sudoeste y el noroeste”.
En tanto, señalaron que los barrios beneficiados con las obras se definirán a partir de la emisión de bonos, aunque adelantaron que toda la obra será para mejorar las cuadras con pavimento provisorio para hacerlo definitivo.
El inicio depende de varios factores: primero debe aprobarse en el Concejo el presupuesto 2022 que envío el intendente Pablo Javkin, luego el bono se coloca a seis meses y, a partir de esa instancia, se puede empezar a licitar la obra.
Actualmente, vivir el día a día sobre el 33% del pavimento provisorio tiene sus complicaciones. Cuando llueve y el agua termina de drenar, hay que pisar una superficie inestable que se conforma por agua, tierra y algún que otro desperdicio que sale desde las zanjas. Por ejemplo, sobre ese suelo esperan los padres a sus hijos en la escuela del barrio o caminan para intentar salir de sus casas a llevarlos.
En Las Flores, donde este medio realizó una recorrida, se camina más despacio los días de lluvia porque el suelo se vuelve inestable por el barro que se origina. Si bien está el pavimento, la lluvia anega los márgenes de la mayoría de las calles, que acumulan agua por los pozos que se dejan ver cuando pasa el 140: tras arrimarse a la zona de ascenso y descenso de pasajeros, forma pequeñas olas que llegan hasta las puertas de las casas, cuando no caen a las zanjas.
Esto también lo padece la escuela José Serrano y lo viven quienes llegan temprano, antes de las 8, cuando les toca trapear y desagotar el ingreso. Es que el edificio está un poco en desnivel hacia abajo y el agua entra sin ningún impedimento.
Si llueve, no hay clases
Llevar a los chicos a la escuela es un procedimiento que requiere un paso a paso: levantarse y, si llovió, ver si se puede salir o no; después, llevar a los chicos a la escuela y, una vez ahí, buscar la mejor manera para entrar. Porque con cada lluvia los tres ingresos se anegan por el agua y lo que brota de las cloacas.
Si llueve mucho, la presencia del alumnado baja ya que se hace difícil salir de casa y además los chicos se mojarán las únicas zapatillas que tienen. Los vecinos dicen que hace varios años que las calles están así.
El peor mes del año es enero, no por las lluvias sino por el estado de las zanjas. En el barrio, los vecinos que hablaron con este diario dijeron que los pedidos desde la escuela son fundamentales para acelerar la limpieza de los márgenes de las calles, algo que no pasa en el primer mes del año, cuando la institución está cerrada. En esos 31 días, se acumula de todo. “Hay veces que vienen a limpiar las zanjas, pero dejan todo al costado. Con un poco de viento y si vuelve a llover, termina todo adentro de la zanja de nuevo”, se quejó una vecina, que llegaba a buscar a su hijo a la escuela por calle Ipe, antes de cruzar Caña de Ámbar.
El plan de obras
El municipio buscará, mediante operaciones de crédito público por un monto total de 2.500 millones de pesos, la posibilidad de financiar obras a largo plazo. Según explicaron desde la Municipalidad, el financiamiento podrá ser contraído mediante la emisión de títulos de deuda, bonos, letras o cualquier otro instrumento de crédito utilizado habitualmente en el mercado de capitales, como así también para operaciones de financiamiento mediante organismos, entidades o instituciones públicas o privadas. "El mismo estará destinado exclusivamente a obras de pavimentación e infraestructura, que serán listadas con la emisión del correspondiente título de deuda", especificaron.
A valores actuales, serán más de 300 cuadras de pavimento definitivo en un paquete de obras de infraestructura de larga duración que deben ser financiadas a largo plazo.