Echesortu representa el corazón geográfico de Rosario, afamado por su centro comercial.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Comercios y gente de compras, una postal del barrio Echesortu por calle Mendoza.
En algún momento fue arrabal rosarino y hoy los vecinos lo sienten como el corazón geográfico de la ciudad. Comercios, clubes históricos y recuperados, memoria cercana y lugar capaz de abrigar creatividad de músicos y escritores. El oeste también existe y comienza en Echesortu, dicen los vecinos.
La emblemática esquina de Avellaneda y Mendoza muestra la figura de la Virgen de la Piedra, el reloj oficial, la nostalgia de la bohemia de La Capilla, último bar de rockola hasta 2009, y del circuito nocturno de los sábados con el cine y la pizzería Pedrín. Y los habitantes no olvidan citar a su vecina insignia: Alfonsina Storni.
Un barrio que extendió sus límites
Cuatro años atrás, y a cuenta de sus vecinos, el barrio logró recuperar su nombre y redefinir los límites, ahora es Echesortu, con todas las de la ley, entre las avenidas Francia, Córdoba, Pellegrini y la calle Paraná, junto a las vías del ferrocarril Belgrano. Con sus referentes Hospital Carrasco, Terminal de mnibus, Biblioteca Estrada, plaza Buratovich, el Club Echesortu, la escuela Pestalozzi, y las parroquias San Miguel y San Francisco Solano, que en 1890 presidió la embrionaria expansión demográfica hacia el oeste y fundó la escuela del mismo nombre, una de las más concurridas en la actualidad.
Comercios y memoria
La actividad comercial lo caracteriza desde sus orígenes. En la reciente Noche en mi Barrio hubo distinciones para los 90 años de Foto Elite “capturando momentos importantes de las familias rosarinas”, dice hoy Karen, actual tercera generación de su fundador, José Chacón, el especialista en iluminación.
De similar trayectoria, la heladería Catania celebró en noviembre 73 años, a toda orquesta con vecinos en la calle en Avellaneda y Zeballos. “La gente espera nuestro aniversario, es cuando el barrio se reúne”, dice Viviana Castro, portavoz de la familia del primer helado artesanal de la ciudad que responden al legado “haciendo siempre algo por Echesortu”.
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Comercios y gente de compras, una postal del barrio Echesortu por calle Mendoza.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
“Hubo un recambio, muchos comercios históricos se reinventaron después de la crisis del 2000”, dice Belén, mamá de Mía, alumna de la escuela Pestalozzi que cumplió 104 años “educando desde el corazón de Echesortu”, según su página web. Y destaca las ventajas comparativas de los comercios con respecto al centro rosarino: alquiler y precios más acomodados que cubren y dinamizan todos los rubros, a través de empresas, pymes familiares y feriantes. “Hacen el fuerte del barrio, para salir a caminar y pasear”, explica.
Así es el centro comercial de Echesortu.
Trabajo en red
Con más de medio siglo, la vecinal Echesortu Oeste, Marcos Paz 4430, es referente del barrio por su trabajo en red con escuelas e instituciones. Una estrategia que destaca su portavoz, Vanesa Amato, porque “el ámbito vecinal permite ayudar a solucionar problemas”.
Al frente de Grupo Pueblo Echesortu, que recuperó nombre y límites, el arquitecto Roberto Trapé moviliza una página web con miles de visitas, y a pesar de que nunca fue pueblo, eligió esa alusión porque condensa varios sentidos. “Hoy el barrio pertenece al distrito centro, es un lugar central de paso, entrañable, 250 manzanas divididas por la cortada Marcos Paz, y que el historiador Nicolás De Vita definió como una pequeña ciudad dentro de la gran ciudad”, explica. “Un lugar que está lleno de negocios, escuelas, bares, nadie va a comprar nada al centro, todo se desarrolla acá en calle Mendoza, con un gran sentido de pertenencia, uno de esos barrios que los vecinos defienden y quieren”, describe Trapé. Y dice que es un lugar donde no hay “focos de riqueza ni de pobreza, se abren negocios, se cierran y los que vivimos acá tratamos de seguir viviendo en el barrio”, destaca.
El arquitecto suma otra característica del barrio: los clubes. “Algunos muy importantes y otros que fueron rescatados por los vecinos, aquí está el club que es el segundo más antiguo del país, fundado en 1867, Club Atlético del Rosario, que se conoce como Plaza Jewell, sede de encuentros deportivos que hicieron historia”, asegura. Y reseña: Alantic Sporstmen Club, Unión y Progreso, Centro Progresista, Echesortu Fútbol Club, El Luchador y Federal, entre otros, además de los rescatados por los vecinos: El Cóndor y Juventud Unida.
"Echesortu, bitácora del alma"
Autor de “Echesortu: bitácora del alma”, libro de relatos y poemas y del documental premiado “Alfonsina de Echesortu”, disponible en YouTube, Trapé anticipa la próxima actividad: “Vamos a poner QR en más de 16 lugares, para que el barrio, con unos 50 mil habitantes, en el que conviven casas bajas y edificios, tenga su recorrido turístico”.
Aplicado a unir memoria y pertenencia, Trapé representa a Echesortu en un movimiento barrial, una unidad que conforma el espíritu de Rosario, impulsado por el Museo de la Ciudad, convocando a los distintos referentes barriales”, dice con el orgullo legado por su representado, un barrio dinámico y memorioso.
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