El intendente Pablo Javkin publicó en el Boletín Oficial el decreto por el cual se reducen las velocidades en avenidas del macrocentro y el norte de la ciudad: los autos deberán respetar una máxima que bajó de 60 kilómetros por hora a 50 kilómetros por hora, en el marco de una decisión que privilegia y protege a las ciclovías dentro del tránsito rosarino. “En los últimos años hemos visto como se ha incrementado la movilidad ciclista en la ciudad, entendemos que medidas como éstas de reducir velocidades en calles donde se han implementado con éxito ciclovías, ayudan a la seguridad vial, a la buena convivencia de los diferentes modos en la calle y especialmente a que más rosarinas y rosarinos elijan la bici como modo de transporte diario”, le dijo a La Capital la secretaria de la Movilidad, Eva Jokanovich.
El decreto número 88 firmado este jueves y que ya está en plena vigencia, modifica las velocidades máximas en distintas arterias viales, con el fin de proteger a los ciclistas en calles con ciclovías o bicisendas.
En sus considerandos se recuerdan los fines disuasorios de contacto y la garantía de distancia social que ejerce el transporte en bicicleta en pandemia y se afirma que “las ciclovías temporarias han resultado una medida ampliamente aceptada y adoptada por la ciudadanía”, por lo que resulta conveniente concretar la integración con una adecuada funcionalidad.
La ordenanza fija una velocidad máxima de circulación vehicular de 50 kilómetros por hora (es decir que se reduce 10 kilómetros por hora en el tope permitido) en las calles:
Ovidio Lagos, de Aristóbulo del Valle hasta 27 de Febrero. En avenida Centenario Rosario Central, desde Génova hasta Cordiviola. También por avenida Frondizi, desde Cordiviola hasta Colin B. Calder. Y finalmente de avenida Colombre desde Colin B. Calder hasta avenida Puccio.
Prohibido estacionar
Además, en la misma normativa se establece la prohibición de estacionamiento en avenida Alberdi, entre Mongsfeld y Bordabehere sobre margen derecha en dirección de Norte a Sur (zona de Puerto Norte). Y en el sur sobre Ayolas, entre avenida San Martín y Necochea sobre margen izquierda.
Por otro lado, se incorpora el estacionamiento a 45 grados para los autos, en Ayolas desde avenida San Martín hasta Grandoli sobre margen derecha.
Para la secretaria de la Movilidad municipal principalmente se reducen las velocidades para garantizar la seguridad vial en estas avenidas que son muy importantes y de alto flujo de tránsito. “En esta resolución se garantizan dos factores: al bajar la velocidad de circulación, el conductor de un vehículo tiene mayor visibilidad y por ende reduce la posibilidad de un siniestro entre el automotor y una bici. Y además, cuando se aminora la velocidad en caso de producirse un siniestro, sus consecuencias son mucho más leves. Si un rodado se desplaza a 40 o 50 kilómetros por hora la posibilidad de un choque fatal se reduce considerablemente”.
En rigor, varias ciudades del mundo van hacia estas políticas con este perfil de movilidad. En estos cuatro casos de avenidas semaforizadas, los tiempos de cada poste lumínico se ajustaron y coordinaron para garantizar la onda verde a la nueva velocidad.
Kilómetros de ciclovías
Desde mediados de 2020, en Rosario se sumaron 66 kilometros y así llegar a un total de 205 kilómetros de extensión en red de infraestructura ciclista de emergencia para dar respuesta a una ciudadanía que observó que los viajes en bicicleta eran una manera eficaz de priorizar el distanciamiento social en el marco de las restricciones por Covid en la ciudad en momento en el que usar transporte urbano de pasajeros era exclusivo para personal esencial.
Su incorporación se tradujo en un aumento exponencial de ciclistas en las arterias viales con infraestructura, números que en la actualidad se siguen incrementando.
En abril pasado, este diario dio cuenta de las últimas incorporaciones al trazado de bicisendas y ciclovías en Rosario.
Desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020, se sumaron los primeros 34 kilómetros de carriles para ciclistas que acompañaron el crecimiento del uso de la bicicleta como alternativa al transporte público: en estas ciclovías temporales, el flujo de bicicletas se incrementó en promedio un 360 por ciento. El año pasado se sumó el resto particularmente sobre la costanera norte.
La movilidad estrella
La bicicleta fue el medio de transporte por excelencia del 2020. Una encuesta elaborada en 2020 por el Instituto de Estudios del Transporte de la UNR mostró que el uso de las bicis marcó una franca tendencia en alza. Para ir a trabajar se eligió un 23 por ciento más, para ir a estudiar un 36 por ciento, compras (suba del 25%) o esparcimiento (incremento del 9%). Hacia junio del 2020 la Municipalidad relevó que por avenida Pellegrini circulaban hasta 500 ciclistas por hora.
Más allá de estas medidas, varias organizaciones como Rosario en Bici remarcaron que aún falta un largo trecho en infraestructura y en conectividad de la red, para que pedalear resulte aún más seguro.