En medio de la polémica por la construcción del llamado tren bala, especialistas
de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Rosario dieron a conocer una alternativa similar y,
fundamentalmente, más barata. Se trata del ferrocarril de altas prestaciones, que reduciría los
costos operativos en cerca de un 20 por ciento y podría implementarse en vías no exclusivas.
El presupuesto oficial del tren de alta velocidad (Tave)
oscila los 3.600 millones de dólares (con los gastos de financiación), es decir que su par más
lento podría hacer ahorrar al Estado 720 millones de la moneda estadounidense. A la hora de las
comparaciones, dos veces el costo del puente Rosario-Victoria, la obra de infraestructura concluida
más importante de la región, que costó 385 millones de dólares.
Según la Asociación Amigos del Riel, la diferencia entre
ambos ferrocarriles está en la tecnología de tracción ya que el tren de altas prestaciones puede
ser diesel y no necesariamente eléctrico (como el bala), aunque también los gastos del material
rodante son menores en el primero de los casos.
"Es necesario reflexionar sobre el grado de justificación
del alto monto de inversión en el Tave que, corriendo a velocidades de alrededor de 300/320
kilómetros, emplearía tiempos de viaje entre Buenos Aires y Rosario de aproximadamente 90 minutos,
frente a un tren de altas prestaciones que, a velocidades entre 160 y 180 kilómetros, cubriría el
mismo tramo en 150 minutos", señaló la urbanista del Centro de Estudios de Transporte Intermodal de
la UTN, Cristina Pradolini. En definitiva, no empelaría mucho más tiempo y, en cambio, reduciría
claramente los costos aun utilizando tecnología de punta.
"No es lo mismo diseñar convoyes con material apto para
velocidades superiores a los 300 kilómetros que para más de 160", admitió el técnico de Amigos del
Riel, Carlos Fernández Priotti.
El análisis de la UTN no pretende oponerse al proyecto
Cobra (como denominaron al Tave), sino poner el debate sobre el tapete y echar luz sobre la
existencia de nuevas posibilidades. Además, hace hincapié en que la estación intermodal de
pasajeros de Rosario esté ubicada en la intersección de Perón y 27 de Febrero (Patio Triángulo) y
no como plantean el gobierno nacional (Mendoza y Paraná, Rosario Oeste) y la Municipalidad (Cruce
Alberdi, Patio Parada) (ver infografía).
El 16 de enero pasado se firmó el decreto presidencial a
través del que fue adjudicado al grupo Veloxia, liderado por la firma francesa Alstom, las obras
correspondientes para el tren de alta velocidad que unirá Buenos Aires con Rosario y Córdoba. Son
las tareas de electrificación integral, además de las civiles (7 estaciones, 344 puentes y
talleres), de infraestructura de vías, la incorporación del material rodante, señalización de
última generación, telecomunicaciones y mantenimiento.
El recorrido será de 710 kilómetros hasta Córdoba, con un
primer tramo Buenos Aires-Rosario (310 kilómetros) previsto en un tiempo de 85 minutos, con
velocidades de hasta 320 kilómetros por hora. Y se convertirá en el primero con estas
características en Argentina y en América.
Este lanzamiento generó en Rosario la expresión de diversas
opiniones no sólo el sobre el proyecto del corredor ferroviario, sino sobre la localización del
sitio de llegada del Tave, que podría constituirse en un centro de intercambios de transporte, o
sea en una estación de transporte intermodal de pasajeros (Etir), con interconexión de los modos de
transporte (ferroviario, automotor, aéreo y fluvial).
Debate. En este sentido, Pradolini, puntualizó algunas reflexiones que
—dijo— "pueden servir de base en el inicio de un debate".
Como medio de comunicación rápido (en la relación
espacio-tiempo), el Tave produce un acercamiento entre las ciudades más densamente pobladas del
país (Buenos Aires-Rosario-Córdoba). Pero también puede transformarse en un factor de desarrollo
territorial en la medida en que determine la aparición de puntos de transferencia con otro tipo de
transporte de pasajeros en las estaciones terminales e intermedias, nuevos corredores de
desplazamientos (viales y ferroviarios, entre otros), demanda de nueva infraestructura de
comunicación y de servicios, emprendimientos comerciales en las estaciones y su entorno, nuevas
áreas de desarrollo urbano y generación de empleo.
Por otro lado, representa un sistema alternativo de
conexión rápida si no se puede operar el transporte aéreo por razones climáticas.
No obstante, es imprescindible incluir en el análisis otras
consideraciones. Por ejemplo, las tecnologías más avanzadas en materia de desarrollo ferroviario
incluyen a los trenes de alta velocidad (en Europa y Japón, con velocidades mayores de 300
kilómetros en vías exclusivas) y trenes de altas prestaciones. "Podríamos llamarlos trenes de
velocidades intermedias (usados en Estados Unidos, Australia y Europa), con velocidades de hasta
180 kilómetros", dijo Pradolini.
"Por eso es necesario reflexionar sobre el alto monto de
inversión en el Tave, que llegaría a la ciudad desde Capital en unos 90 minutos, frente a un tren
de altas prestaciones que haría el mismo tramo en 150".
Para Pradolini, el requerimiento de vías exclusivas (en el
tren bala) es un factor limitante: al sistema de propulsión eléctrico se debe agregar la
diferenciación de trocha ferroviaria, que será de 1,435 metro para el Tave, mientras que las
existentes en esta región del país son de 1,676 metro (trocha ancha), y de un metro para el caso
del Ferrocarril Belgrano.
En este sentido, el tren de altas prestaciones puede
compartir los ramales con otros servicios, "lo que significa un aprovechamiento más racional de la
inversión en infraestructura ferroviaria", sostuvo.
De este modo, aumentaría el grado de accesibilidad de
diversos sectores sociales de la población, en base a los costos de los pasajes de este
servicio.
Otro punto a tener en cuenta son "las soluciones a proponer
frente a los posibles atravesamientos de plantas urbanas". Se trata de las estaciones de llegada
del tren, terminales e intermedias.
A nivel local, la aparición del proyecto Cobra ha generado
la expresión de distintas opiniones en referencia al sitio de llegada del tren, que podría
constituirse como estación de transporte intermodal de pasajeros, de corta y larga distancia, donde
confluyan tambien otros servicios ferroviarios (trenes metropolitanos, regionales y nacionales), el
transporte automotor, (líneas urbanas, provinciales y nacionales), y una rápida conexión con el
Aeropuerto Internacional Rosario (AIR).
La UTN propone playas de estacionamiento de vehículos,
servicios varios y emprendimientos comerciales, con lo cual se transformaría en un área de alta
vitalidad urbana.