Mientras en la catedral de Tucumán arreciaba el discurso contra el aborto legal, en el acto oficial por el Día de la Independencia, en la misma ciudad, el presidente Mauricio Macri, que no asistió a la misa, incluía la temática de género en su discurso (ver página 8) en lo que muchos interpretaron como un guiño hacia la causa a favor, que impulsan los movimientos feministas.
"La historia omitió una parte, la de las mujeres, mujeres heroicas, y queremos ratificar nuestro compromiso por la igualdad y saldar esta deuda que no podemos postergar más", sostuvo.
Pese al faltazo de Macri, el arzobispo tucumano aprovechó la presencia en el tedéum de las máximas autoridades (además de Michetti, la primera plana provincial y legisladores) para reforzar la postura de la Iglesia frente al debate sobre la legalización del aborto.
"La vida es un derecho que tiene todo argentino. Toda vida vale. Todo hombre es importante. No hay sobrantes en la Argentina. Nos toca edificar desde la promoción de la vida", sentenció el prelado.
Y en la misma línea que viene defendiendo Michetti, para quien no debería permitirse el aborto ni en caso de violación a una menor, el arzobispo sostuvo que "aunque no sea deseada (debemos) hacernos cargo, porque vale toda vida", afirmó el prelado.
Sánchez recordó que "jóvenes, ancianos y médicos" se "pronunciaron a favor de la vida" y reclamó "oír la voz de los que no tienen voz, de los marginales de la patria, de los que están en el seno materno, y no de los que más gritan".
Como previsible, se dirigió expresamente a los legisladores. "Que el Señor ilumine a nuestros senadores para que defiendan la vida".
También el arzobispo de Salta, Mario Cargnello, llamó a "cuidar" la vida e interpeló a los senadores con el pedido de que "no teman, no se achiquen, no nos defrauden".
"Nos causaría mucho dolor que aprobaran una ley que legitime la eliminación de un ser humano por otro ser humano", les advirtió.
"Tampoco somos dueños de otra vida humana, es otro cuerpo, otra vida sobre la que no tenemos poder", dijo Cargnello, para señalarles a los "chicos y chicas" que "el aborto no es un derecho, sino un drama". Con esa frase citó lo que había expuesto un día antes, en la basílica de Luján, bajo el lema "Misa por la vida", el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea.
En esa convocatoria, la Iglesia Católica pidió "encontrar soluciones nuevas y creativas para que ninguna mujer busque recurrir a un desenlace que no es solución para nadie".
Pañuelos para la CGT
En paralelo, el amplio movimiento social que brega por la legalización del aborto tampoco se quedará quieto y hoy se harán dos pañuelazos verdes frente a las sedes de la CGT en Rosario y Buenos Aires.
La movida es una respuesta a la "preocupación" expresada hace unos días por la central obrera por cómo podrían enfrentar las obras sociales la legalización de esa práctica quirúrgica.
En Rosario la cita será a las 12.30 en Córdoba entre Balcarce y Moreno. Desde una hora antes se entregarán pañuelos verdes.