Antropólogos mexicanos han anunciado el descubrimiento de restos de aproximadamente 3.000 años de antigüedad perfectamente conservados correspondientes a una mujer, con los brazos cruzados sobre su pecho y las piernas flexionadas.
Antropólogos mexicanos han anunciado el descubrimiento de restos de aproximadamente 3.000 años de antigüedad perfectamente conservados correspondientes a una mujer, con los brazos cruzados sobre su pecho y las piernas flexionadas.
El hallazgo tuvo lugar en el municipio de China, en el estado mexicano de Nuevo León, en el norte del país, a unos 100 kilómetros al sur de la frontera con Estados Unidos. La excepcionalidad del descubrimiento se apoya en el hecho de que, por lo general, en aquel tiempo se incineraban los cadáveres en la región, según los expertos.
Los especialistas pudieron recuperar un 98 por ciento del cuerpo de la mujer, aseguró la antropóloga Araceli Rivera, del Instituto Nacional de Antropología e Historia. “Quienes la enterraron la depositaron sobre un hoyo que excavaron. No encontramos ninguna ofrenda, por lo que presumimos fue un acto modesto”, dijo Rivera Estrada.
El enterramiento podría revelar el momento en el que pudieron establecerse los primeros asentamientos humanos en la región, ya que hasta el momento sólo se tenía constancia del paso de tribus nómadas por ella hace 7.500 u 8.000 años.
La especialista agregó que se recuperó cerca de un 98% del cuerpo, aparentemente con un proceso de fosilización avanzado y, a simple vista, se podría precisar que la mujer falleció “por su edad avanzada”.
“Tenía los brazos cruzados sobre su pecho y las piernas flexionadas, sobre uno de sus costados”, detalló la arqueóloga, especialista en costumbres funerarias de los naturales de la región.