Un hombre armado de 22 años abrió fuego en un club gay en Colorado Springs, Estados Unidos, y mató a cinco personas e hirió a dieciocho, antes de ser dominado por los clientes, informaron las autoridades. El jefe de policía, Adrian Vasquez, informó que se halló un “fusil largo’’ en el Club Q tras el ataque a tiros.
Los investigadores están tratando de determinar el móvil para ver si se trató de un “delito de odio”, dijo el fiscal de distrito en el condado El Paso, Michael Allen. Esta caracterización implica penas más graves para el perpetrador.
La policía identificó al atacante como Anderson Lee Aldrich, quien permanece detenido y fue atendido por lesiones. Un hombre con el mismo nombre y edad fue arrestado en 2021 luego de que su madre informara que la amenazó con “una bomba casera, múltiples armas y municiones’’. La policía no confirmó si se trataba de la misma persona y dijo que estaba investigando si el homicida había sido arrestado antes.
Las autoridades recibieron un aviso de una balacera en el Club Q a las 11:57 de la noche del sábado y respondieron en minutos, indicó la policía de Colorado Springs.Al menos dos “personas heroicas” enfrentaron al pistolero y detuvieron la matanza, informó Vasquez, añadiendo: “Les debemos una gran cantidad de agradecimientos’’.
El procurador general, Merrick Garland, fue informado sobre el tiroteo, dijo el portavoz del Departamento de Justicia, Anthony Coley. El FBI informó que estaba ayudando, pero que el departamento de policía estaba dirigiendo la investigación.
Se trata del sexto “tiroteo masivo” este mes en Estados Unidos y ocurre meses después de la muerte de 21 alumnos de primaria en una escuela de Uvalde, Texas.
El gobernador de Colorado, Jared Polis, quien en 2018 se convirtió en el primer hombre abiertamente gay en Estados Unidos en ocupar dicho cargo, dijo que la noticia era “repugnante. Mi corazón está destrozado por las familias y los amigos de las personas perdidas, heridas y traumatizadas en este horrible tiroteo’’, dijo Polis. “Colorado apoya a nuestra comunidad LGTBQ y a todos los afectados por esta tragedia mientras lloramos’’.
En un comunicado, el Club Q calificó el asalto como un ataque de odio: “Club Q está consternado por el absurdo ataque a nuestra comunidad’’, escribió el establecimiento en su página de Facebook. El comunicado indicó que sus oraciones estaban con las víctimas y sus familias. “Agradecemos las rápidas reacciones de clientes heroicos que redujeron al tirador y pusieron fin a este ataque de odio’’.
El motivo del ataque no estaba claro en un primer momento, pero el suceso recordó a la masacre de 2016 en el club gay Pulse de Orlando, Florida, donde fueron asesinadas 49 personas. El ataque de ahora ocurrió en un estado que ha experimentado varios asesinatos masivos famosos, como uno en la secundaria Columbine, otro en un cine de un suburbio de Denver en 2012 y uno en un supermercado Boulder el año pasado.
El 31 de junio, miembros del grupo neonazi Patriot Front fueron detenidos en Coeur d’Alene, Idaho, y acusados de conspiración para amotinarse en un acto del Orgullo Gay. Los expertos advirtieron que los grupos extremistas podrían ver la retórica homófoba como una llamada a la acción.
El mes anterior, un pastor fundamentalista de Idaho dijo a su pequeña congregación en Boise que las personas homosexuales y transgénero debían ser “ejecutadas por el gobierno”, un mensaje similar a los sermones de otro pastor fundamentalista en Texas.
Ha habido 523 ataques “masivos” desde 2006 que resultaron en 2.727 muertes al 19 de noviembre, según la base de datos de The Associated Press/USA Today.