Las autoridades chinas sacrificaron más de 20.000 aves de corral ayer en Shanghai, mientras la tasa de muertos por el nuevo brote de gripe aviaria escaló a seis, expandiendo la preocupación fuera del país y generando caídas en las acciones de compañías aéreas en Europa y Hong Kong.
El gobierno local de Shanghai dijo que el mercado Huhuai para aves vivas había cerrado y que se habían sacrificado 20.536 animales luego de que las autoridades detectaran el virus H7N9 en muestras de palomas tomadas allí. Otros mercados de aves de corral de la ciudad serán cerrados desde hoy, agregó.
Las autoridades resaltaron que el nuevo virus H7N9 seguía respondiendo al medicamento Tamiflu y que quienes eran diagnosticados tempranamente podían ser curados con buen pronóstico.
Las acciones de las compañías aéreas se vieron afectadas en los mercados europeos ante el temor de que el nuevo brote pueda expandirse. El índice del sector de turismo y entretenimiento Stoxx Europe 600 cayó un 3,5 por ciento.
En Hong Kong, el índice general cerró a un mínimo de cuatro meses, liderado por caídas en las acciones de líneas aéreas ante el temor de una menor demanda de viajes en avión. Air China se desplomó un 9,8 por ciento, su peor caída en un sólo día en casi cuatro años.
En Shanghai, el aumento del número de muertos llevó a algunos residentes a mantenerse alejados de los mercados de pollos y patos vivos.
“Sólo estoy comprando ahora mis provisiones en grandes supermercados porque ya no creo que sea seguro ir a mercados (con animales vivos)”, dijo Shao Linxia, de 38 años, quien además señaló que dejó de comprar aves de corral desde que se supo la noticia de la nueva cepa de gripe aviaria circulante.
“Todos recordamos el Sars (síndrome agudo respiratorio severo) y cuán rápidamente puede expandirse, así que obviamente estamos preocupados”, agregó la mujer.
La epidemia de Sars, que se produjo entre el 2002 y el 2003, comenzó en China y causó la muerte de centenares de los 8.000 infectados en varias naciones, puesto que el brote se propagó con pasmosa velocidad y traspasó rápidamente las fronteras chinas.
Aunque la novedosa cepa H7N9 de la gripe aviaria parece no poder transmitirse de una persona a otra, hay algunos signos de pánico en Shanghai, donde los mercados permanecen abiertos.
“Tenemos 14 casos en una gran área geográfica, no tenemos indicios de ningún vínculo epidemiológico entre los casos confirmados y no tenemos indicios de una trasmisión sostenida de humano a humano”, dijo el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Gregory Hartl en una rueda de prensa en Ginebra.
“Los 400 contactos están siendo monitoreados para ver si alguno de ellos tiene el virus, si se lo contagiaron de alguien más (...) o de una fuente ambiental común”, explicó Hartl.
Hong Kong se prepara. Sin embargo, las autoridades de Hong Kong están tomando medidas preventivas extra.
La ciudad-estado desplegará personal adicional en los puntos migratorios para realizar controles de temperatura al azar a los visitantes.
Por su parte, Vietnam prohibió las importaciones de aves de corral chinas.
En Japón, los aeropuertos han colocado carteles en las entradas que advierten a los pasajeros procedentes de China para que busquen asistencia médica si tienen síntomas parecidos a los de la gripe.
En Estados Unidos, la Casa Blanca dijo que vigilaba la situación y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) revelaron que habían comenzado a trabajar en una vacuna si fuera necesaria. Llevaría de cinco a seis meses iniciar su comercialización.