Si bien en los últimos tiempos cada vez se habla más sobre la salud mental, el estigma sobre el tema sigue vigente. Por eso, cada 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental, es una buena oportunidad para concientizar y abrir debates. “Es tiempo de priorizar la salud mental en el lugar de trabajo”, es el lema de este año.
Está claro que los problemas de salud mental tienen un impacto directo en los lugares de trabajo. Entre otras consecuencias, incrementan el ausentismo, reducen la productividad y suben los costos de la atención médica. Sin embargo, la falta de concienciación hace que muchas veces el problema se ignore o apenas se aborde en espacios laborales. Expertos advierten que entornos de trabajo seguros y saludables pueden ayudar a proteger la salud mental. En cambio, el estigma, la discriminación y la exposición a riesgos como el acoso y otras malas condiciones de trabajo incrementan ponen en riesgo la salud mental y la calidad de vida en general.
Cuando octubre ya avanzó un tercio en el calendario, y apenas quedan algo más de dos meses para el cierre del año, son muchos los que se estresan. La llegada de las fiestas, el agotamiento laboral y el final de las clases pueden generar un gran estrés y afectar la salud mental. ¿Cómo llevar el final del año lo mejor posible? Especialistas plantean algunas estrategias para ayudarnos a surfear esta época tan exigente del año.
Bajar las expectativas
“Uno de los elementos clave que afecta la salud mental en esta etapa del año es la autoevaluación. A medida que se acerca el cierre del ciclo, muchas personas tienden a revisar si han logrado los objetivos propuestos al inicio del año. Este proceso, a menudo intransigente, puede generar frustración y angustia, sobre todo cuando los resultados no coinciden con las expectativas", señaló la licenciada Liliana Acuña, psicóloga de Boreal Salud (M.P. 4.379).
"El miedo a no haber alcanzado las metas puede socavar la autoestima y la confianza en uno mismo, afectando gravemente la autoimagen y desencadenando sentimientos de insuficiencia y desvalorización personal”, sumó.
Durante este tiempo de fin de año, los principales desencadenantes de estrés y ansiedad están vinculados con las presiones sociales. A nivel laboral, las empresas pueden intensificar las demandas sobre sus empleados, exigiendo mayor rendimiento cuando el agotamiento físico y emocional ya está presente. Para los estudiantes, la época de exámenes finales añade una carga extra de ansiedad. Este ambiente de presión, que continua tanto en lo profesional como en lo académico, crea un entorno en el que las personas se sienten sobrepasadas y con menos recursos para hacer frente a los desafíos diarios.
“Cuidar la salud mental de manera proactiva en este último tramo del año es fundamental. Una de las formas más efectivas es aprender a desarrollar un diálogo interno positivo y compasivo. Es crucial dejar de lado la autoexigencia excesiva y enfocarse en una auto evaluación más realista y benévola", agregaron desde la entidad.
Fortalecer la red afectiva
Además, "el apoyo social es vital: rodearse de amigos, familiares o compañeros que brinden contención emocional. Regular las expectativas y fomentar la tolerancia a la frustración también son clave para mantener el equilibrio emocional frente a los desafíos que puedan surgir”, remarcaron desde Boreal Salud.
La dificultad para concentrarse, los cambios en el patrón de sueño, la irritabilidad constante y las conductas de aislamiento social y pensamientos negativos recurrentes son algunas señales que deben encender alarmas. Es momento de buscar ayuda profesional. Además, siempre existen manifestaciones físicas, como taquicardias, problemas digestivos o erupciones en la piel.
Respiración consciente
Para tener una rutina saludable, expertos recomiendan iniciar con técnicas simples como la respiración consciente. Practicar ejercicios de relajación, llevar un diario emocional o dedicar tiempo a actividades recreativas también son formas efectivas de reducir el estrés. Asimismo, desconectarse de la tecnología y pasar más tiempo en contacto con la naturaleza ayuda a recuperar el equilibrio emocional.
Cultivar autoafirmaciones positivas para fortalecer la autoestima y generar una mentalidad más saludable y resiliente no sólo ayuda a la salud mental de las personas, sino que también los convierte en individuos más felices. En 10 de octubre, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, esta práctica cobra especial relevancia, ya que subraya la importancia de tomar medidas conscientes para cuidar el bienestar emocional tanto de uno como de su entorno.