Violentas tormentas y tornados azotaron de noche al estado de Misisipi, en el sur de Estados Unidos, provocando al menos 26 fallecidos. Un tornado nocturno destruyó casi por completo un pequeña ciudad, Rolling Fork.
Violentas tormentas y tornados azotaron de noche al estado de Misisipi, en el sur de Estados Unidos, provocando al menos 26 fallecidos. Un tornado nocturno destruyó casi por completo un pequeña ciudad, Rolling Fork.
La agencia de gestión de emergencias del estado, la MEMA, dijo que al menos cuatro personas estaban desaparecidas y decenas resultaron heridas, mientras que miles de usuarios de los estados de Misisipi, Alabama y Tennessee permanecían sin luz. Además, el número de muertos “desgraciadamente” iba a aumentar, predijo la agencia.
“Al menos 26 habitantes de Misisipi murieron por los violentos tornados de anoche. Sabemos que hay muchos más heridos. Los equipos de búsqueda y rescate siguen activos”, dijo el gobernador del estado, Tate Reeves, a través de la red social Twitter. Reeves añadió que “la pérdida se sentirá en estos pueblos para siempre” y pidió: “Por favor, recen para que la mano de Dios esté sobre todos los que perdieron familiares y amigos”
Las operaciones de búsqueda y rescate continuaban en los condados de Sharkey y Humphreys, a unos 110 kilómetros al norte de Jackson, la capital del estado.
“Mi ciudad ha desaparecido”, dijo el alcalde de Rolling Fork, Eldridge Walker, en el condado de Sharkey, a la CNN, y describió así la situación: “Devastación: cuando miro de izquierda a derecha, eso es todo lo que veo”.
Shanta Howard, una vecina de la zona, afirmó a WAPT, TV afiliada a la cadena ABC, que los lugareños tenían que ayudar a sacar a los muertos de entre los escombros de sus casas. “Fue como si no nos hubieran avisado. No sabíamos lo que estaba pasando”, sostuvo en CNN Tracy Harden, propietaria del Chuck’s Dairy Bar, en Rolling Fork.
En tanto, Woodrow Johnson, un funcionario del condado de Humphreys, aseguró que “fue algo muy aterrador” y añadió que la casa de su vecino, un remolque, había “desaparecido por completo”.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió a los residentes que “los peligros persistirán incluso después de que las tormentas se hayan ido”. Imágenes de televisión mostraron casas arrasadas y escombros esparcidos por las rutas.
Malary White, vocera de la MEMA, indicó que no era posible evaluar los daños hasta tanto los funcionarios pudieran hacer una inspección completa a la luz del día. “Nuestra principal prioridad en este momento, especialmente para los socorristas locales, es la seguridad de la vida y la responsabilidad de las personas y asegurarnos de que estén a salvo”, señaló en declaraciones televisivas.
El Servicio Meteorológico Nacional de Jackson informó esta madrugada a través de Twitter que la alerta de tornado ya había cesado y que se esperaban “chubascos y tormentas eléctricas adicionales” en el área afectada, aunque no prevé que “sean severas”.
El tornado devastó una franja de Rolling Fork, reduciendo las casas a montones de escombros, volcando autos y derribando la torre de agua de la ciudad. Los residentes se refugiaron en las bañeras y los pasillos de sus viviendas durante la tormenta nocturnoa y luego escaparon a un concesionario de John Deere que convirtieron en un centro de auxlio para los heridos.
“No queda nada”, dijo Wonder Bolden, sosteniendo a su nieta, Journey, mientras estaba de pie frente a los restos de la casa rodante arrasada de su madre en Rolling Fork. “Solo está la brisa que corre, pasa, simplemente nada”. A lo largo del sábado, ella y otras personas caminaron aturdidas y conmocionadas mientras se abrían paso entre los escombros y los árboles caídos con motosierras en busca de sobrevivientes. Las líneas eléctricas estaban bajo enormes robles antiguosm con sus raíces arrancadas del suelo.
El gobernador de Misisipi, Tate Reeves, emitió un decreto de estado de emergencia y prometió ayudar a reconstruir mientras se dirigía a ver los daños en un área salpicada de amplias extensiones de campos de algodón, maíz y soja y estanques de cultivos de bagres. El presidente Joe Biden también prometió ayuda federal y describió el daño como “desgarrador”.
El daño en Rolling Fork fue tan extenso que varios cazadores de tormentas, que transmiten en vivo, rogaron ayuda de búsqueda y rescate. Otros abandonaron la persecución para llevar a los heridos al hospital. Pero no ayudó que el hospital comunitario en el lado oeste de la ciudad sufriera daños, lo que obligó a trasladar a los pacientes.
Sheddrick Bell, su pareja y sus dos hijas se agazaparon en un armario de su casa en Rolling Fork durante 15 minutos mientras el tornado avanzaba. Sus hijas no dejaban de llorar. Podía escuchar a su compañero rezar en voz alta a su lado. “Estaba pensando: ’Si todavía puedo abrir los ojos y moverme, estoy bien’”, dijo.
Rodney Porter, que vive a unos 32 kilómetros al sur de Rolling Fork y pertenece al departamento de bomberos local, dijo que no sabía cómo sobrevivió, mientras entregaba agua y combustible a las familias. “Es como si hubiera estallado una bomba”, dijo, describiendo casas apiladas. Los equipos de rescate cortaron las líneas de gas para mantener seguros a los residentes y al personal de primeros auxilios.
La advertencia que emitió el Servicio Nacional de Meteorología cuando azotó la tormenta no se anduvo con rodeos: “Para proteger su vida, ¡CUBRIRSE AHORA!”, decía el aviso.
La información preliminar basada en estimaciones de informes de tormentas y datos de radar indica que el tornado que devastó la ciudad tocó tierra durante más de una hora y atravesó al menos 274 kilómetros, dijo Lance Perrilloux, meteorólogo en Jackson, Misisipi. “Todos los ingredientes estaban allí”. Perrilloux dijo que el tornado comenzó su camino al suroeste de Rolling Fork para continuar hacia el noreste hacia las comunidades rurales de Midnight y Silver City y otras tres comunidades.