La plataforma de intercambio de monedas FTX, radicada en Dellaware, Estados Unidos, que supo ser una de las más grandes del mundo, se declaró en quiebra y el impacto de la noticia arrastró a la baja a las criptos.
La plataforma de intercambio de monedas FTX, radicada en Dellaware, Estados Unidos, que supo ser una de las más grandes del mundo, se declaró en quiebra y el impacto de la noticia arrastró a la baja a las criptos.
En un viernes violento, el Bitcoin llegó a caer hasta un 8% cotizando cerca de los 16.300 dólares y el Ethereum hizo lo propio un 4%, para ubicarse en menos de uS$ 1.250. La lógica del mercado llevó a los criptoinversores a vender en masa, momento en que las monedas en general retrocedieron más del 5%.
El golpe a los activos digitales borró en cuestión de minutos 50 mil millones de dólares del valor de capitalización; un revés que dio continuidad al sucedido el miércoles.
Pero tras la fuerte reacción por debajo de los 16.500 dólares, el Bitcoin protagonizó un llamativo viraje, haciendo alarde de la volatilidad que caracteriza a las divisas digitales. Los inversores se inclinaron de nuevo a las compras —interpretando que el precio no podía seguir bajando— e impulsaron el precio al alza. Así, en menos de 5 minutos, la reina de las criptomonedas vio propulsado su valor más de un 5% y recuperó la cota de los 17.000 dólares.
Una reacción espejo sucedió con el Ethereum, con un golpe inicial que la descendió 8% luego mostró en 10 minutos una recuperación en igual porcentaje, lo que le sirvió para borrar las pérdidas.
2022 resulta un año particularmente difícil para las criptos. Para amargura de decenas de miles de inversores en todo el mundo, el bitcoin sufrió una debacle casi continua en nueve meses.
Desde el 4 de febrero, cuando superó la marca de 40 mil dólares, caminó casi continuamente a la baja licuando el capital de sus tenedores.
FTX
FTX comunicó que finalmente se ajustará al Capitulo 11 del Código de Quiebras de EEUU y a la vez señaló que su fundador y máximo responsable, Sam Bankman-Fried, dimitió.
La decisión confirmó el colapso total de una de las más importantes plataformas del sector, que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares y que en los últimos días se ha venido abajo por falta de liquidez y con los usuarios apresurándose a retirar sus fondos.
En un comunicado, FTX aseguró que la declaración de bancarrota es la medida adecuada para gestionar los activos de la compañía y proteger los intereses de sus accionistas.
El proceso afectará a unas 130 empresas afiliadas, incluida su firma de inversiones Alameda Research.
La compañía anunció que el cargo de consejero delegado será asumido por John J. Ray III y dijo que Bankman-Fried y numerosos empleados de la firma continuarán trabajando para asistir al nuevo máximo responsable durante el proceso de quiebra.
El movimiento se dio a conocer horas después de que las autoridades de Bahamas, donde FTX tiene su sede, congelasen los activos del grupo.
FTX desembarcó en Bahamas en 2021 desde Hong Kong, donde había comenzado a operar y se había establecido como una de las plataformas de más éxito en el sector de las criptomonedas.
En los últimos días, las dudas sobre su solvencia se dispararon por varias informaciones, lo que llevó a muchos usuarios a apresurarse a retirar su dinero, dejando a FTX sin liquidez y en busca de un rescate.
La situación de FTX se complicó aún más el miércoles, cuando Binance —la principal plataforma del mundo— anunció que retiraba la oferta de compra que había anunciado un día antes, cuando se había ofrecido a acudir en apoyo de su rival.
“Nuestra intención fue la de apoyar a los clientes de FTX, pero el asunto escapa a nuestro control y nuestra capacidad de ayuda”, señaló Binance en un comunicado.