¿Deberá Monstanto pagar cientos de millones de dólares por haber ocultado la peligrosidad de su herbicida RoundUp, a base de glifosato, como acusa un estadounidense de 46 años que sufre cáncer en fase terminal?
¿Deberá Monstanto pagar cientos de millones de dólares por haber ocultado la peligrosidad de su herbicida RoundUp, a base de glifosato, como acusa un estadounidense de 46 años que sufre cáncer en fase terminal?
Tras presentarse el martes los alegatos, los jurados comenzaron ayer a deliberar en un tribunal de la ciudad estadounidense de San Francisco en el marco del primer juicio contra el gigante agroquímico por el presunto vínculo entre el cáncer y sus productos a base de glifosato.
"Llegó el día en que Monsanto deberá rendir cuentas", afirmó Brent Wisner, abogado del demandante Dewayne Johnson, quien afirma que contrajo cáncer debido a la utilización de esos productos.
Todos los productos cancerígenos conocidos "pasaron por este momento: cuando la ciencia finalmente hace las pruebas, cuando ya no se pueden ocultar", dijo Wisner el martes.
El abogado consideró que Monsanto puso sus ganancias por encima de la salud pública al batallar contra los estudios sobre los riesgos cancerígenos del RounUp, que se vende desde hace 40 años. Y busca establecer un paralelo entre este caso y las estrategias utilizadas en el pasado por los industriales para negar lo nocivo del tabaco o del amianto.
"En lo que respecta al tabaco, ya conocemos el fin de la historia, y sabemos cómo terminará la historia para Monsanto", agregó Wisner, quien indicó que en este caso no es necesario "demostrar que RoundUp es la única causa (del cáncer de su cliente) sino sólo que contribuyó" a que contrajera la enfermedad.
Si Monsanto es condenado, "deberá hacer algo, estudios que jamás realizó, y alertar al público", afirmó.
El demandante, que roció los productos entre 2012 y 2014 en el marco de su trabajo en escuelas californianas, reclama a Monsanto más de 400 millones de dólares. Para Monsanto, que fue adquirida por Bayer, no existe ningún vínculo entre el glifosato y el cáncer, por lo que no hay motivo alguno para advertir sobre el peligro de utilizar esta controvertida sustancia.
"Aquí hay mucha retórica para decir que Monsanto es horrible", argumentó el abogado de la firma, George Lombardi.
"A menos que (Winser) lo vincule con el cáncer del señor Johnson, esto no significa nada", afirmó, en tanto puntualizó que el diagnóstico se produjo muy poco tiempo después de la utilización de los productos, por lo cual seguramente contrajo la enfermedad con anterioridad.
"Lo que revelan las pruebas es claro: el cáncer no fue provocado" por los productos de Monsanto, insistió.
Se espera que el juicio contra el coloso agroquímico dure hasta finales de agosto, con el potencial de tener un impacto mayor sobre la compañía.
El caso es el primero que llega a juicio alegando la relación del cáncer con RoundUp, uno de los herbicidas más utilizados en el mundo.
Fundado en 1901 en St Louis, Missouri, Monsanto empezó a producir agroquímicos en 1940, y fue adquirido en junio por Bayer por más de 62 mil millones de dólares.