Twitter, bajo el caótico mando de Elon Musk, no deja de sumar derrotas y problemas. Microsoft anunció esta semana que abandonará su plataforma de publicidad de Twitter después de tres años. La compañía ha tenido una relación larga y difícil con Twitter, con una API de pagos de Elon Musk y desacuerdos acerca de cómo se manejan los contenidos racistas y antisemitas. Una API de pago permite realizar pagos con tarjetas en línea y fuera de línea, así como también con el proceso de punto de venta (POS siglas en inglés). Elon Musk reaccionó con virulencia y amenazó a Microsoft con llevarla a los tribunales. Pero lo peor estaría por llegar: Apple también se desvincularía de Twitter.
Microsoft dijo en un comunicado: "Después de una evaluación mundial con nuestros socios, tomamos la decisión de salir de Twitter como parte de nuestra estrategia de publicidad global. Esperamos seguir usando Twitter para alcanzar a personas interesadas en los productos y servicios que ofrecemos".
La empresa de Redmond está lejos de ser la primera en dejar de invertir publicidad en Twitter debido a la política de la compañía sobre el contenido problemático. El CEO de la compañía, Satya Nadella, se pronunció recientemente sobre la controversia: "Debemos ser abiertos y aceptar el reto de la libertad de expresión y el desacuerdo con la moral social".
Microsoft no es el único gigante tecnológico que ha hecho la decisión de salir de Twitter recientemente. Recientemente, la multinacional Boeing anunció que abandonaría la red social debido a su «obsesión por las inversiones» y Microsoft se une a esta lista de grandes empresas.
El fabricante de software no se está alejando completamente de todo lo relacionado con Twitter. Si bien la empresa está saliendo de sus anuncios específicos, la empresa todavía ofrece herramientas de traducción en la plataforma para su servicio de traducción.
Esta herramienta ha estado alojada en el mercado de Windows 10 durante varios años y es posible entrar directamente desde Chrome. Esta herramienta de traducción utiliza datos móviles para realizar traducciones en tiempo real.
Esta herramienta, así como algunas otras relacionadas con el lenguaje natural, ofrecen a los usuarios una ayuda importante para poder comprender mejor el contenido de Twitter.
Pero Microsoft decidió salir de la plataforma de anuncios de Twitter después de tres años de relación problemática con la empresa y la API de pago impulsada por Elon Musk.
El empresario sudafricano reaccionó como es habitual en él: con furia. Amenazó presentar una demanda contra Microsoft por presuntamente haber "utilizando ilegalmente datos" de la red social. La amenaza de Musk es poco precisa, pero todo apunta a que se refiere al uso de datos que OpenAI ha hecho para entrenar su modelo de inteligencia artificial (IA), que sustenta el famoso chatbot ChatGPT. Microsoft ha invertido más de 11.000 millones de dólares en esta compañía y está integrando esta tecnología en su buscador Bing y en sus herramientas de oficina, como Word, Excel o PowerPoint.
"Robar la base de datos de Twitter, desmonetizarla (eliminar anuncios) y luego vender los datos a otros no es una solución ganadora. Hora de denunciar", declaró Musk. Aun así, es habitual que sus amenazas en forma de tuit no se traduzcan en acciones legales reales.
Pero Microsoft solo es uno de los muchos problemas que ha creado Musk en Twitter. Apple también podría estar cerca de abandonar la red social. De hecho, por estar, estuvo hasta cerca de retirarla de la App Storer. En un momento dado decidió dejar de anunciar, pero Elon consiguió convencer a Tim Cook tras un viaje express al Apple Park de que volviese. La salida definitiva de Apple sería una catástrofe: Twitter es lo que es gracias a sus aplicaciones de terceros para el iPhone.
Los usuarios de Twitter, señalan especialistas, empiezan a estar hartos de todo este sinsentido en el que se ha convertido la que un día fue la red social favorita de internet. Están surgiendo alternativas como Mastodon o Bluesky. Cuando hay tanto usuario descontento con Twitter, se crea un mercado de personas que quieren algo parecido pero nuevo. Las empresas lo saben y se lanzan a ese espacio. Elon Musk ha cometido un gran error: