Marruecos intentaba recuperarse del terrible terremoto de 6,8 grados que golpeó a gran parte del país en la noche del viernes. Al menos 2.012 personas murieron y otras 2.059 resultaron heridas en el terremoto que sacudió Marruecos, según las últimas cifras del Ministerio del Interior. Se teme que la cifra de muertos siga subiendo.
Al menos 1.404 de los heridos se encuentran en estado crítico. A medida que caía la noche, los miles que se quedaron sin hogar debían afrontar otra noche a la intemperie. Los equipos de búsqueda y rescate seguían tratando de llegar a los afectados cerca del epicentro montañoso del sismo.
Marruecos guardará tres días de luto tras la catástrofe. Testigos presenciales cerca de las montañas del Alto Atlas dicen que hay “destrucción por todas partes”. El sismo que se sufrió el viernes a la onche es el más fuerte que se ha producido en más de un siglo, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Benjamin Brown, de CNN, que se encontraba en Marrakech, observó cómo muchos de los parques, plazas y estacionamientos de la ciudad se han transformado en campamentos improvisados en medio de la destrucción.
Los heridos de las zonas más cercanas al epicentro fueron trasladados a los hospitales de la ciudad, donde los médicos debieron realizar muchas tareas de atención al aire libre con muchos pacientes.
En Marrakech, los marroquíes inspeccionaban visiblemente aturdidos los daños en sus casas entre montones de escombros, polvo y coches aplastados por las piedras, según videos difundidos por medios locales y en redes sociales.
Videos grabados en esta ciudad en el momento del temblor muestran a los habitantes saliendo despavoridos de los edificios en medio de la sacudida, escombros que se desprenden de los inmuebles hacia estrechos callejones y vehículos cubiertos de piedras.
En uno de ellos se observa un minarete de una mezquita que colapsó en la famosa plaza Yamaa el Fna, el corazón de Marrakech, provocando heridas a dos personas.
Cientos de personas se concentraron en esta emblemática plaza donde pasaron la noche por el miedo a las réplicas, algunos con mantas y otros durmieron directamente en el suelo.
“Nos paseábamos por Yamaa el Fna cuando la tierra empezó a temblar, era verdaderamente asombroso”, explicó. Mimi Theobald, una turista inglesa de 25 años, estaba en restaurante “cuando las mesas empezaron a temblar, los platos a volar. Entramos en pánico”, compartió.
Fayssal Badour, de 58 años, conducía de regreso a su casa cuando notó el movimiento de la tierra. “Me detuve y me di cuenta de la catástrofe. Era muy grave. Los gritos y los llantos eran insoportables”, relató.
Marruecos experimenta terremotos con frecuencia en su región septentrional debido a su posición entre las placas africana y euroasiática. En 2004, al menos 628 personas murieron y 926 resultaron heridas cuando un terremoto golpeó Alhucemas, al noreste del país.