La temporada en Mar del Plata tiene menos turistas y consumo, al extremo que en las tres primeras
semanas de enero los restaurantes bajaron en un 30% sus ventas con respecto al año pasado.
Hay un menor movimiento de gente, consumo y poder adquisitivo. La
tendencia se instaló en estas tres primeras semanas de enero, que cierran en todos los rubros con
cifras por debajo de las logradas en igual época del año anterior.
En el sector gastronómico se advierte un nivel de facturación de hasta
un 30% por debajo de lo visto hace un año y entre las inmobiliarias admiten una merma de
operaciones de alquileres por temporada que oscila entre el 20 y el 25%.
Sumado a ello aparecen otras dos particularidades de este comienzo del
mes más fuerte del verano: la permanencia de los viajeros es más corta, con una estancia promedio
apenas superior a los seis días, y bolsillos que cuidan más que nunca hasta las monedas más
pequeñas.
Después de una quincena inicial tibia, que según las cifras oficiales
apenas se acercó a los números logrados en igual período del año anterior, recién el último fin de
semana permitió percibir la ciudad en un clima acorde con los picos de la temporada. Pero lo bueno
duró poco: muchos de los visitantes sólo permanecieron el fin de semana.
“Es evidente que hay menos gente y que el nivel de consumo ya no
es el de otros años”, dijo Víctor Arandía, responsable del parador Abracadabra y de dos
restaurantes que poseen una clientela ABC 1: El Anticuario, en la zona de Alem, y La Bita, en el
Yacht Club de Mar del Plata.
Según Arandía, “el nivel de gasto cayó entre un 20 y un 30% con
respecto al año anterior”. Y agregó como impacto adicional para el sector gastronómico
“el cambio de huso horario, que sumado al buen clima de la primera quincena permitió que la
gente permaneciera más tiempo en la playa y los restaurantes perdieran el primer turno de cena,
históricamente fijado para las 21”.
Un adelanto perjudicial. Avedis Sahakian, titular de la cadena de restaurantes Manolos y
directivo de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata, coincidió en el
efecto negativo que para el sector tuvo el cambio horario. Pero también admitió que “ha
bajado el consumo en la clientela, que en nuestros locales promedia esta temporada unos 22 pesos
per cápita”.
La permanencia de la gente durante más tiempo en la playa, gracias a un
sol que cumplió con creces durante la primera mitad del mes, tampoco rindió sus mejores frutos a
los puestos gastronómicos de los balnearios. “Los números están por debajo de los del año
anterior”, aseguró un concesionario de Punta Mogotes. Es que las heladeritas con viandas
caseras abundan más que nunca en la arena.
Arandía, que tiene su parador en la zona sur de Mar del Plata, admite
que se nota en la ciudad una menor presencia de turismo de buen poder adquisitivo. “Muchos de
esa franja volvieron a optar por destinos del exterior”, advirtió.
Aun así, en la hotelería de máxima categoría hablan de una temporada
“buena” y sin demasiadas quejas. Pero son sólo 1.500 plazas. La otra prueba de una
ciudad menos congestionada es el tránsito. No hay tantos atascamientos, ni en el centro ni en la
costa, en especial a la hora de regresar de la playa. Y encontrar estacionamiento dejó de ser una
misión imposible.
Bajan los alquileres. La recorrida por las inmobiliarias permite constatar que, a diferencia
del año anterior, tampoco es difícil conseguir unidades disponibles para alquilar. “Hubo
entre un 20 y un 25% menos de alquileres cerrados”, dijo Alejandro Acámpora, de la
inmobiliaria Acámpora y Asociados. Y frente a la disponibilidad de plazas, los precios empezaron a
bajar y muchos dueños que sólo aceptaban contratos por mes o quincena comenzaron a cerrar acuerdos
por períodos más cortos. Por ejemplo, el último fin de semana.
El turismo en la Argentina creció 4,3% en la primera quincena de enero
contra igual período de 2007, pero ahora apareció el factor de desplazamiento denominado por los
especialistas “el turista infiel”, que frente a cualquier cambio en su lugar habitual
de descanso opta por elegir uno nuevo, según los últimos datos procesados en la Secretaría de
Turismo de la Nación. l (Télam y DyN)