Una investigación desarrollada en Argentina, Brasil y México arrojó que en nuestro país, donde el 70 por ciento de los niños se conecta diariamente a internet, casi ocho de cada 10 padres se considera el principal responsable de alertar a sus hijos sobre los potenciales riesgos de la web, por encima de la escuela y el Estado.
En ese mismo camino, el 85 por ciento de los papás consultados (de un universo de 1.000 interrogados "en profundidad") contestó sentirse preparado para lidiar y proveer criterios para que sus hijos se manejen de manera segura en el mundo online; es decir, establecer reglas. Sin embargo, utilizan "chivos expiatorios" cuando se descuidan y sus hijos son víctimas de algún tipo de hostigamiento a través de las TICs (nuevas tecnologías de la información y la comunicación).
El estudio desarrollado por la asociación civil sin fines de lucro Chicos.Net, con el apoyo de Fibertel y Disney, reafirmó la incidencia cada vez mayor que la web tiene en la vida cotidiana de los chicos. El tiempo de conexión promedia las dos horas diarias aunque en el segmento de los 10 a 12 años de edad suele ser mayor. El contactarse con amigos (66 por ciento) y el juego a través de las redes (62 por ciento) son los motivos principales de conexión.
Explorando un costado particular para este tipo de investigaciones, el estudio arrojó que en Argentina un 23 por ciento de los mayores considera que la "vida real" es más peligrosa para sus hijos que internet, mientras que en Brasil ese porcentaje asciende al 36 por ciento y en México baja al 13 por ciento.
Consultados los niños, el 52 por ciento de ellos es consciente de los posibles peligros de internet. La principal preocupación de los chicos es la posibilidad de sufrir acoso de sus pares (cyberbullying), con un 55 por ciento. De igual manera, más de la mitad de los niños también teme ser contactado por adultos desconocidos. Tan solo un 32 por ciento recurriría a sus padres ante situaciones de riesgo.
Ayer se celebró el Día Internacional de la Navegación Segura y en ese marco se realizaron campañas en el mundo.
El estudio vio como problema el hecho de que como los adultos tienen hoy en día que atender múltiples demandas, descansan en la concesión de momentos de consumo de las TIC a los hijos para poder tener tiempo libre ellos.
Las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) son las vías que facilitan la propagación de maniobras de hostigamiento, intimidación, acoso y humillación entre los chicos, con el anonimato y la capacidad de "reclutar fácilmente a otros participantes así como amplificar la audiencia, con mayor impacto sobre la o las víctimas".
En el cyberbullying se puede incluir la difusión de rumores, la publicación de información falsa o mensajes desagradables, comentarios o fotos embarazosas, o bien excluir a alguien de las redes online u otras comunicaciones. Situaciones hirientes a los menores.
"Las TIC funcionan para los padres y madres como una suerte de chivo expiatorio en el que depositan gran parte de su frustración con diversos temas de la crianza", dice el informe. "Las TIC llegan en un contexto incierto, plural, dinámico y ambiguo, y encuentran a los padres más confundidos. Se acusa a las TIC por el sedentarismo y el encierro de los hijos, cuando frecuentemente los contextos urbanos inseguros hacen que los padres muchas veces promuevan el entretenimiento on-line como un pasatiempo comparativamente más seguro que la calle o la vida off-line".
¿Qué padre eres? Se detectaron cuatro perfiles de padre:EN_SPACEel "guardaespaldas" (fomenta una posición amistosa, otorga permisos arbitrarios y está presente sin involucrarse demasiado), el "marcador" (o sobreprotector, que está encima y teme que la tecnología "aliene" a los niños), el "sembrador" (habilidoso para diagnosticar focos de riesgo e implementar acciones, no necesita invadir la privacidad para "enterarse" cuando algo no anda bien), y el padre "espía" (modelo autoritario que se inmiscuye en la intimidad).
En Argentina el "guardaespalda" suma el 37 por ciento, luego le sigue el "sembrador" (31 por ciento), después el "espía" (18 por ciento) y por último el "marcador" (14 por ciento).
Vigilancia. Aún cuando los padres pauten con sus hijos reglas respecto del tipo de contenidos permitidos y el tiempo diario de conexión, este acuerdo es cada vez más endeble y relativo en el nuevo contexto de tecnología personal y móvil, que permite el consumo extra-hogareño.
Las redes sociales, un espacio propio de los más grandes (10 a 12 años), logran una mayor penetración general en Brasil donde el 89 por ciento usa Facebook. En Argentina lo hace el 71 por ciento y en México el 68 por ciento.
De lejos le sigue YouTube: aproximadamente la mitad de los niños de cada país acceden a YouTube como red de intercambio social (en Argentina, el 46 por ciento).
Muy por debajo se encuentran Twitter (16 por ciento) e Instagram, que posee una presencia acotada en Argentina y México (9 por ciento y 13 por ciento respectivamente). Esta última red tiene mayor adhesión relativa en todos los países entre niñas que entre varones.
En general, todas las actividades en las redes se intensifican en el segmento de hijos de 10 a 12 años.
En Argentina y en Brasil la PC de escritorio lidera como punto de conexión (79 por ciento para ambos). En México, en cambio, la PC de escritorio (60 por ciento) registra menor penetración que las notebooks (67 por ciento).