Un volcán en el oeste de Indonesia que estuvo rugiendo durante meses tuvo una importante erupción que dejó al menos 14 muertos ayer, dos días después de que las autoridades permitieron que miles de personas regresaran a sus laderas porque dijeron que la actividad estaba disminuyendo.
Entre los fallecidos en el monte Sinabung está un periodista de la televisión local, cuatro estudiantes y su profesor, quienes estaban de visita en la montaña para ver las erupciones de cerca, dijo Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la oficina contra desastres.
Las fotos tomadas por un reportero de la agencia AFP (France Presse) en el lugar muestran escenas apocalípticas de cadáveres cubiertos de ceniza en el borde de una carretera a sólo 2,7 kilómetros del cráter, mientras los equipos de rescate intentan sacar a los supervivientes con máscaras para luchar contra el espeso humo que lo rodea todo.
"Los cadáveres de las víctimas mortales estaban completamente quemadas y rígidas cuando los encontramos", afirmó Jhonson Tarigan, director del centro de prensa de la agencia que vigila el Sinabung.
La búsqueda y el rescate tuvieron que ser suspendidos, según los funcionarios locales. "Creemos que hay más víctimas, pero no podemos recuperar los cadáveres, porque están en el camino de la nube de ceniza", dijo Purwo Nugroho.
Todas las víctimas se encontraban en el pueblo de Sukameriah, al pie del volcán Sinabung. "Su piel estaba intacta, los rostros hinchados y las lenguas fuera de la boca", escribió la agencia AFP.
Al menos otras tres personas resultaron heridas y las autoridades temen que la cifra de fallecidos pueda aumentar.
Las autoridades creen que algunos de los 14 muertos fallecieron intoxicados por los gases.
Activo. El monte Sinabung, en la provincia de Sumatra del Norte, ha estado activo desde hace cuatro meses, arrojando lava, gas ardiente y rocas a sus laderas del sur.
Las autoridades han evacuado a más de 30.000 personas, albergándolas en estrechas casas de campaña, escuelas y edificios públicos. Muchos de ellos estaban desesperados por volver para revisar sus casas y granjas, lo que representa un dilema para el gobierno.
Apenas el viernes, los funcionarios habían permitido que casi 14.000 pobladores que vivían a cinco kilómetros de la zona de peligro regresaran a casa después de que huyeron por erupciones previas. Otros que vivían cerca del pico han regresado en los últimos cuatro meses pese a los peligros.
El funcionario de la agencia de desastres agregó que el volcán sigue lanzando lava y nubes de gas abrasador de hasta 2.600 metros de altura que llegan a 4,5 kilómetros de distancia y que el número de fallecidos podría aumentar porque los esfuerzos de rescate se ven obstaculizados por la oscuridad.
Imágenes de la televisión mostraban a pobladores y árboles alrededor del coloso cubiertos por una gruesa capa de polvo gris.
"Es posible que aumente la cifra de fallecidos porque muchas personas todavía están reportadas como desaparecidas y la oscuridad obstaculiza los esfuerzos", dijo el teniente Asep Sukarna, quien encabeza la operación para recuperar los cadáveres quemados a unos tres kilómetros del pico del volcán.
Indonesia es proclive a fuerte actividad sísmica debido a que se ubica en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una cadena de volcanes y fallas tectónicas que circunda la Cuenca del Pacífico.
El volcán Sinabung, uno de los 129 volcanes activos en Indonesia, lleva latente 400 años, pero se despertó en 2010 y de nuevo en septiembre de 2013. La situación estaba tranquila desde mediados de enero, pero de repente estalló la mañana de ayer, expulsando rocas y cenizas calientes hasta 2.000 metros. El campo de los alrededores está cubierto de polvo gris.