El astrofísico John O'Meara no tiene que pensar mucho para dar con el mayor logro de la agencia espacial estadounidense, que este domingo cumple 60 años. "No se puede ignorar que la NASA llevó hombres a la Luna". El alunizaje del 20 de julio de 1969 es "un triunfo para la NASA y para el espíritu de la humanidad", dice el científico del Saint Michael's College, en Vermont, que ha trabajado a menudo con la agencia. "Por un momento el mundo se juntó y lo celebró unido. Necesitamos mucho más de eso".
La llegada a la Luna se produjo pronto en la historia de la NASA. El 29 de julio de 1958 el entonces presidente Dwight D. Eisenhower firmó la ley "National Aeronautics and Space" con la que fundó la agencia, que pocas semanas después comenzó a funcionar. Actualmente la institución con sede en Washington y un presupuesto millonario tiene más de 17.000 trabajadores en todo el país.
Además de la llegada a la Luna, la NASA ya ha explorado con numerosas sondas el Sistema Solar, incluido nuestro planeta; ha oteado más allá de nuestro sistema con telescopios espaciales y ha construido junto a otros países la Estación Espacial Internacional (ISS).
Además, la NASA informa a los ciudadanos de todo el mundo sobre el espacio, ya sea con museos, clases magistrales o con una reconocida estrategia de difusión en Internet.
La emisión en directo a todo el plantea del final de la sonda "Cassini", que se estrelló de forma controlada contra el planeta Saturno el pasado septiembre, ha sido incluso nominada a un Emmy, el premio más importante de la televisión estadounidense. Con motivo del 60º aniversario de la NASA están organizados numerosos eventos y celebraciones, indicó la agencia.
"La NASA sigue siendo una agencia maravillosa con trabajadores maravillosos con capacidades maravillosas, pero ha perdido un poco de impulso y se ha alejado de su objetivo de hacer posible lo imposible", dice el astrofísico O'Meara. "En muchos aspectos esto no es culpa de la NASA, sino de que su presupuesto debe ser fijado año a año en el Congreso".
Ello hace que a menudo tengan que decidir sobre el tema nuevos políticos y que nadie se comprometa a largo plazo. "Que aún no hayamos enviado a ninguna persona a Marte se debe a que es algo muy caro y que se tarda mucho tiempo. Nadie en política quiere apoyarlo porque es muy poco probable que ocurra dentro de su período de legislatura y que después se pueda colgar la medalla".
La era Trump
La llegada al poder del presidente Donald Trump no ha cambiado demasiado en la NASA, a excepción de la investigación de la Tierra y el clima, muy fomentada por su antecesor Barack Obama. Por este asunto sí que hay que preocuparse, dice O'Meara. "Por lo demás tengo la sensación de que a Trump la NASA le da lo mismo".
Al igual que antes, la agencia debe luchar por su presupuesto. Al menos el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, nombrado por Trump y muy criticado por los demócratas por considerarlo inexperto, aún no ha hecho nada desastroso, apunta O'Meara. "Al principio era muy escéptico con Bridenstine, pero en el poco tiempo que lleva en el puesto lo ha hecho bastante bien".
Hace ya casi 50 años de la llegada a la Luna, el mayor "momento clave" de la NASA, y la institución necesita urgentemente más momentos así', asegura O'Meara. Para conseguirlos debe superar grandes retos.
En primer lugar se debe enviar urgentemente a astronautas al espacio a bordo de cohetes estadounidenses para acabar con la actual dependencia de las cápsulas rusas Soyuz. Aunque la NASA ya ha anunciado que lo hará, hasta ahora no ha ocurrido.
Una "misión emocionante"
Además, la agencia espacial necesita una nueva "misión emocionante", por ejemplo, enviar personas a Marte o a la luna de Júpiter, Europa, comenta el experto. "Podemos conseguirlo si la NASA quisiera emprender ese camino, que es muy complicado".
La NASA también está relativamente cerca de solucionar uno de los mayores misterios de la humanidad. "Está dentro de nuestras posibilidades, si la NASA quiere, descubrir definitivamente en los próximos 20 años si hay más vida en el Universo. Si la NASA afronta los complicados desafíos tecnológicos, podríamos aclararlo de una vez por todas", asegura el astrofísico.