El abogado de la enfermera que atendía a Diego Armando Maradona en el country San Andrés, de Tigre, donde falleció el miércoles de la semana pasada, se presentó este martes ante la Justicia para “aportar pruebas” e información de un chat del que participaba la mujer con audios “de conversaciones reveladoras”.
Se trata de Rodolfo Baqué, abogado de la enfermera Dahiana Gisela Madrid, quien hasta el momento es testigo en la causa por la muerte del genio del fútbol mundial.
“Venimos a aportar pruebas, audios de un chat que integraba la enfermera hasta días antes de que fuera excluida, donde hay una serie de conversaciones reveladoras de todo lo que acontecía en el día a día de la situación de Maradona”, dijo el letrado al llegar esta tarde a la sede de la Fiscalía General de San Isidro.
Baqué aseguró que realizará la presentación ante la fiscal del caso, Laura Capra, quien investiga la muerte de exfutbolista, y aclaró que no presentará ninguna eximición de prisión porque su asistida “no esta imputada por ahora”.
Se trata de la enfermera que estaba al cuidado de Diego Maradona el día de su muerte, quien había asegurado que "habría escuchado" moverse dentro de la habitación a las 7.30, aunque no ingresó.
Según la investigación que encabeza la fiscal Capra, Gisela declaró por segunda vez y aseguró que lo escuchó moverse a las 7.30 aunque nunca ingresó y lo dejó descansar. A su vez, denunció que fue “obligada” a colocar en el informe que había ingresado a controlar sus signos vitales, pero que en realidad lo dejó descansar.
La versión de la caída de Diego Maradona
“Ella entra a trabajar un viernes diez días antes de la muerte de Diego Maradona. El lunes siguiente lo acompaña al baño y el paciente le pide que se vaya, que no esté más con él. Solo le daba las pastillas que le indicaba la psiquiatra. Nunca más lo revisó”, señaló Baqué y aseguró que en la casa no había un desfibrilador ni un médico clínico que monitoreara la delicada salud del Diez.
“El enfermero del turno noche le tomaba la presión. El día anterior de su muerte, la presión arterial de Diego Maradona era 130-100 y las pulsaciones por minuto llegaron a 115. Para un paciente cardíaco el límite debe ser de 80. Lo que le pasó se veía venir”, detalló el abogado de la enferma y afirmó: “Se olvidaron del corazón de Maradona”.
“La primera responsabilidad es del médico, y la segunda de la familia”, reflexionó Baqué sobre la dolorosa situación que rodeó al astro del fútbol los últimos días de su vida. “Ni baño tenía la habitación. Le pusieron un baño portátil”, señaló antes de volver a hacer hincapié en otro dato concreto vinculado al trágico desenlace: “Maradona no estaba en condiciones de decidir”.