Años de investigación científica y desarrollo tecnológico nos llevaron hasta este momento: la empresa biotecnológica Colossal Biosciences logró “resucitar” al lobo terrible, un importante depredador que alguna vez recorrió América y que se extinguió hace más de 12.000 años.
Parece el guion de una película de ciencia ficción. Y esta idea de regresar de la extinción a criaturas antiguas nos recuerda la saga de “Jurassic Park”, en donde a través de la clonación varias especies de dinosaurios son resucitadas (y todo se sale de control, claro).
El llamado regreso a la vida del lobo terrible es tan parecido a lo acontecido en el parque jurásico del cine que la cuenta de redes sociales de “Jurassic World” (saga que le sigue a “Jurassic Park” y que está por estrenar su cuarta entrega) bromeó en redes sociales: "No vemos ninguna posibilidad de que esto salga mal”.
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Entonces, ¿qué tan cerca estamos de un regreso de los dinosaurios? No mucho. Es que la "desextinción" del lobo terrible (también llamado lobo gigante) no es exactamente un regreso de la extinción.
Los científicos de Colossal Biosciences crearon tres cachorros de lobo terrible utilizando ADN antiguo, clonación y tecnología de edición genética para alterar los genes de un lobo gris, el pariente vivo más cercano del lobo terrible prehistórico, según anunció la empresa.
“No buscamos recuperar algo que sea 100 por ciento idéntico genéticamente a otra especie. Nuestro objetivo con la desextinción siempre es crear copias funcionales de estas especies extintas. Nos centramos en identificar variantes que sabíamos que darían lugar a uno de estos rasgos clave”, sostuvo la directora científica de Colossal, Beth Shapiro.
Un lobo gris modificado
Lo que tenemos aquí es una modificación genética que hizo que un lobo gris adquiera características del lobo terrible, según Raúl González Ittig, profesor asociado en la cátedra de Genética de Poblaciones y Evolución de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
“Cuando se extinguieron los lobos terribles, la carne y el cuero se fueron degradando. Lo que quedó fueron los restos óseos. Y dentro de los restos óseos hay ADN, pero que está muy fragmentado. Por técnicas genéticas uno puede tratar de repararlo pero, para poder hacer una reparación más o menos completa, hace falta tener un genoma de referencia, y en este caso ese genoma de referencia es el del lobo”, explicó González Ittig.
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“En realidad lo que han hecho es una edición genética de un lobo, son 99,9 % equivalentes a un lobo, entonces en realidad no es una especie nueva, es un lobo modificado genéticamente para que tenga alguno de los rasgos morfológicos que posiblemente tuvo la especie original”, indicó.
Un regreso de la extinción significaría una copia del ADN original, y también una reintroducción en su medioambiente natal, condiciones que dejaron de existir hace miles de años junto a ellos.
Pregunta filosófica
Colossal Biosciences esencialmente creó un genoma híbrido utilizando la tecnología CRISPR para eliminar ciertas variantes genéticas de lobo gris y reemplazarlas con rasgos asociados con lobos terribles, dijo Love Dalén, profesor en genómica evolutiva en el Centro de Paleogenética de la Universidad de Estocolmo y asesor de Colossal.
“No es un secreto que, a lo largo del genoma, esto es 99,9 % lobo gris. Va a haber un argumento en la comunidad científica sobre cuántos genes necesitan ser cambiados para hacer un lobo terrible, pero esta es realmente una pregunta filosófica. Lleva genes de lobo terrible, y estos genes lo hacen parecer más un lobo terrible que cualquier cosa que hayamos visto en los últimos 13.000 años. Y eso es muy interesante”, explicó Dalén.
Y añadió: “Como veo esto, han resucitado el fenotipo del lobo terrible (los rasgos observables de una especie) y sabemos por el genoma que probablemente se parecían un poco a estos cachorros. Para mí, es un lobo terrible en ese sentido”.
La empresa trabaja para traer de vuelta al mamut lanudo, al dodo y al tigre de Tasmania desde 2021. Para 2028, prevé reintroducir a las primeras crías de mamut lanudo.
González Ittig señaló que, en el caso del mamut, se llevará a cabo un proceso similar al del lobo terrible, ya que “el ADN base que van a usar para modificar va a ser el del elefante asiático, que es el pariente vivo más cercano a los antiguos mamuts”. En el caso del dodo, se buscaría traerlo de vuelta al modificar los genes de “un ave de una isla del Pacífico que sería la más emparentada al dodo”.
Verdaderos dinosaurios no, pero...
¿Entonces la película de Steven Spielberg, con dinosaurios corriendo por las praderas, no va a convertirse en realidad?
“Estamos todos muy influidos por lo que vimos en ‘Jurassic Park’. Las películas fueron un éxito comercial y la verdad que como idea es muy innovadora. Pero en realidad eso no deja de ser fantasía”, dijo el profesor de la Universidad Nacional de Córdoba.
En “Jurassic Park”, se recupera ADN de dinosaurio de mosquitos fosilizados en ámbar y se utiliza ADN de ranas para completar la secuencia genómica y así traer de vuelta varias especies de dinosaurios. En realidad, se necesitaría recuperar ADN original de dinosaurio y eso es prácticamente imposible, ya que su extinción ocurrió hace millones de años.
Si se cuenta con un dinosaurio fosilizado, lo que se tiene son restos del animal mineralizados. “Es una piedra y ahí ya no se puede recuperar ADN. En el caso de los dinosaurios ha ocurrido eso. Lo que uno recupera es una piedra en forma de dinosaurio. Se tiene el fósil, pero ya no tiene el colágeno, ya no tiene proteínas, ya no tiene ADN, que es lo necesario para poder recuperar una especie”, explicó González Ittig.
En algunos restos óseos conservados de hace cientos o miles de años, aún se pueden hallar rastros de ADN fragmentado, pero en fósiles de millones de años de antigüedad no es posible.
Pero González Ittig sostuvo que ve “más viable” un proceso de edición genética, similar al de los lobos terribles, para que un animal emparentado con algún dinosaurio “se parezca o tenga otra forma”.
“En ciencia, nunca se debe decir ‘nunca’ porque todo el tiempo hay desafíos. Esto es un desafío de tratar ir siempre con el límite un poco más arriba. Entonces, no me atrevo a decir que no se va a lograr".