El Reino Unido se convirtió ayer en el primer país occidental en autorizar la edición o manipulación de genes de embriones humanos.
El Reino Unido se convirtió ayer en el primer país occidental en autorizar la edición o manipulación de genes de embriones humanos.
A pesar de las denuncias de que modificar el código genético humano viola principios éticos, la Autoridad de Fertilización Humana y Embriología (Hfea) dio su aprobación a la investigadora Kathy Niakan, del Francis Crick Institute de Londres, con la condición de que la manipulación sea exclusivamente con fines de investigación y que los embriones no se implanten a mujeres en tratamientos de fertilización.
En su petición a las autoridades médicas, la doctora Niakan alega que la finalidad de su investigación será "comprender mejor los genes que necesita un embrión humano para convertirse en un bebé saludable".
Niakan podrá trabajar con los embriones descartados por las clínicas de reproducción solo durante los siete primeros días tras la fecundación.
Esta investigadora está especializada en el estudio de los blastocistos, los embriones desarrollados durante la primera semana de gestación y que contienen entre 200 y 300 células, organizadas ya para "papeles" específicos. La mitad de la fertilizaciones in vitro no superan por lo general esta fase.
Su finalidad, asegura, será intentar comprender las causas de la baja probabilidad de éxito de la fecundación in vitro, ya que de cada 100 ovocitos fecundados, menos de 13 logran desarrollarse más allá de los tres meses.
La investigadora británica asegura que su meta es la mejora de los tratamientos de fertilización y no la "mejora genética" de los embriones.
"Podríamos comprender los genes que el embrión humano necesita para desarrollarse con éxito", explicaba a principios de este año Kathy Niakan. "Uno de los motivos de por qué son tan comunes los abortos o los problemas de fertilidad es porque no es bien comprendido este periodo del desarrollo".
Un portavoz de Hfea declaró que "la autorización del comité que aprobó la solicitud de la doctora Niakan lo hizo con una condición y es que la investigación haya recibido la aprobación de un comité ético".
En este proceso de edición genética, se utilizará la nueva técnica desarrollada para tal fin, denominada Crispr, que es capaz de cortar y pegar trozos del ADN. "Si imaginas el genoma como una enciclopedia, Crispr es capaz de abrir un tomo e ir a una página concreta, identificar una palabra y alterar una única letra", explicó Niakan.
El primer gen que este equipo ha planificado modificar es el OCT4, que en ratones parece crucial para el desarrollo del feto. Sin embargo, el temor de algunos científicos es que esta técnica abra la puerta a cambiar de manera irreversible la especie humana.
Permitir esta técnica, señala Calum Mackellar, director de Investigación del Consejo Escocés en Bioética Humana, "abre el camino a modificar genéticamente todos los descendientes de una persona, así como la plena eugenesia que condenó a todas las sociedades civilizadas después de la Segunda Guerra Mundial".
"Las tecnologías de «edición» de embriones tocan temas muy sensibles, y por eso es apropiado que se valoren todas las implicaciones éticas antes de dar el paso adelante", declaró la doctora Sarah Chan, de la Universidad de Edimburgo. "Confiemos en que nuestro sistema regulatorio funciona y que la ciencia sigue alineada con los intereses sociales".
Sin embargo, este temor no se encuentra en el director de la Alianza Genética del Reino Unido, Alastair Kent, que señala que la investigación aprobada ahora puede ser un fructífero trabajo: "La edición del genoma es una poderosa herramienta de investigación".
Por su parte, Paul Nurse, director del Francis Crick, celebró la noticia y prometió aplicar los máximos criterios éticos a la investigación:
"Estamos muy contentos. La investigación que propone la doctora Niakan va a ser muy importante para comprender cómo se desarrolla un embrión saludable desde las fases más tempranas de desarrollo humano".