Son numerosas las historias de los ganadores de la lotería que malgastan su fortuna. Sin embargo, en los Estados Unidos se dio el caso inverso. Mark Hill, que ganó la mitad del premio más grande de la historia de los juegos de azar en ése país, decidió invertir el dinero para ayudar a los necesitados.
Lo hizo en la pequeña ciudad de Camden Point, en el estado de Missouri. Después de ganar 294 millones de dólares en la lotería, donó parte de esos fondos para construir un nuevo cuartel para los bomberos de la población, cuyas instalaciones estaban, debido al paso del tiempo, muy deterioradas.
Hill tomó la iniciativa en agradecimiento a la labor de los bomberos que salvaron a su padre en dos ocasiones. El edificio, que se inaugurará el 16 de julio, contará con instalaciones para que los profesionales puedan descansar y contará con camiones y ambulancias para que puedan desarrollar su trabajo.
Camden Point tiene menos de 500 habitantes. Se sitúa en una zona rural entre colinas con difícil acceso. Además de la estación de bomberos, la pareja adptó dos niños, donó un fondo con becas en la escuela en la que estudiaron de niños y construyó un campo de fútbol en su ciudad.