El Papa Francisco seguirá desafiando las reticencias internas para reformar el Vaticano en 2016, cuarto año de su pontificado, marcado además por el Jubileo, su viaje a México y las esperadas recomendaciones a la familia.
El Papa Francisco seguirá desafiando las reticencias internas para reformar el Vaticano en 2016, cuarto año de su pontificado, marcado además por el Jubileo, su viaje a México y las esperadas recomendaciones a la familia.
El Papa argentino, Jorge Mario Bergoglio, quien acaba de cumplir 79 años, desarrollará una agenda apretada, a pesar de que concluye 2015 con un fuerte resfrío.
Francisco tiene programado realizar el próximo año un viaje importante a América latina, a México, en febrero, una gira de seis días, muy densa, que incluirá una visita al santuario de la llamada Emperatriz de América, la virgen de Guadalupe, y que también lo llevará a lugares violentos como Ciudad Juárez.
Durante la visita al segundo país más católico de América latina el Papa latinoamericano recorrerá lugares relacionados con los diferentes problemas de la región: la situación de los pueblos indígenas, el impacto del tráfico de drogas, la dura inmigración a Estados Unidos, todos asuntos que conoce de cerca y que denuncia desde que era arzobispo de Buenos Aires.
Su segundo viaje del año lo llevará en julio al sur de Polonia, a Cracovia, para presidir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). En esa ocasión visitará seguramente el campo de exterminio nazi de Auschwitz. Se trata de los únicos dos viajes que han sido confirmados, aunque no se excluye que decida a última hora aceptar otras invitaciones, fiel a su estilo informal y sencillo. Un país europeo de las "periferias", Armenia, podría ser uno de los elegidos ya que Francisco desea rendir homenaje al pueblo armenio tras haber denunciado este año el genocidio armenio en 1915/16, perpetrado por el Imperio Otomano. Francia y Argentina han sido excluidas por ahora de la agenda de 2016, aunque el nuevo presidente argentino, Mauricio Macri, será recibido en el Vaticano por el Papa Francisco en enero e insistirá de nuevo en invitarlo. Tampoco descartan que el Papa cumpla la promesa anunciada de visitar Colombia tras la firma de la paz allí, prevista para marzo de este año.
Paralelamente, el pontífice proseguirá la reforma de la Curia Romana, el gobierno central de la Iglesia, un complejo proceso que encuentra fuertes resistencias y genera mucha preocupación.
"La reforma de la Curia seguirá adelante con determinación", advirtió el Papa durante el tradicional mensaje de Navidad a los cardenales y obispos pronunciado el pasado 21 de diciembre y que cayó como una ducha fría entre los prelados que trabajan en el Vaticano.
El Papa deberá fusionar dicasterios, reorganizar la burocracia, reducir personal así como modernizar el sistema de comunicaciones, después de haber comenzado a reformar el sistema económico y financiero, generando mucho malestar interno, al afectar privilegios. El método de Francisco irrita a muchos sectores internos y no sólo a los conservadores, que lo acusan de autoritario, de irascible y, sobre todo, de impredecible, según fuentes religiosas.
El Papa argentino, que no tenía experiencia en el manejo de la Curia, evita consultar a sus funcionarios, confía poco en ellos, por lo que goza de poca popularidad dentro del Vaticano, mientras crece a nivel mundial, en particular entre laicos y defensores del medio ambiente por su encícilica "Laudato si", una petición a favor de los pobres y la naturaleza.
En 2016, Francisco deberá divulgar la llamada "exhortación apostólica" sobre la familia con las recomendaciones de los obispos convocados para dos sínodos sobre el tema en octubre de 2014 y octubre de 2015.
Un documento complejo, que marcará el futuro del pontificado, pues quedó claro que la Iglesia está dividida fuertemente en dos corrientes, conservadores y progresistas, en total desacuerdo sobre el acceso a la comunión para los divorciados que se vuelven a casar.
Para evitar el cisma, el Papa deberá mediar entre las dos visiones, sin cerrar la puerta de la Iglesia a todos esos creyentes que han sido alejados tras el fracaso del primer matrimonio.
Durante el Jubileo de la misericordia, el Papa celebrará además del Angelus del domingo y la audiencia general del miércoles, una audiencia pública un sábado al mes y visitará enfermos, centros de asistencia a los adolescentes, cárceles, grupos de oración y santuarios.
En el año que está por comenzar será pronunciado el veredicto sobre el controvertido escándalo Vatileaks 2, por el que cinco personas, entre ellas dos periodistas italianos, han sido acusadas de divulgar documentos confidenciales del Vaticano, un delito que es castigado por la Justicia vaticana con hasta ocho años de cárcel.
Una odisea legal, condimentada con sexo y mentiras, que afectó la buena imagen del pontificado, al ser acusado de aplicar "una nueva Inquisición".