Fedia, un gato que vive junto a su dueña en la región de Rostov, en Rusia, se convirtió en los últimos días en una de las figuras descollantes de TikTok e Instagram y captó la atención de distintos medios de comunicación de todo el mundo.
Fedia, el gato que se volvió un boom en las redes sociales por su mirada tan particular.
Fedia, un gato que vive junto a su dueña en la región de Rostov, en Rusia, se convirtió en los últimos días en una de las figuras descollantes de TikTok e Instagram y captó la atención de distintos medios de comunicación de todo el mundo.
El felino fue rescatado por Natalia Zhdanova, una mujer que un día de percató que una gata había tenido cría en el patio de su casa y que en pocas horas dio a luz a dos crías. Una de ellas presentaba claros síntomas de debilidad que con el el correr del tiempo de fueron acentuando: alergias, complicaciones motrices y un peculiar aspecto en sus ojos que hacen que Fedia, como fue bautizado, pareciera siempre sorprendido.
Desde el entorno "familia" de Fedia aseguran desconocer si el problema que muestra el gato a simple vista es genético o fue que su madre, que murió al poco tiempo de tener las crías, lo dejó caer desde gran altura. Lo que sí es cierto es que la familia de Natalia decidió adoptarlo ante la posibilidad de que nadie quisiera llevárselo.
Con el correr de los días, el felino comenzó a subir de peso y a mejorar su salud, a pesar de quedar con algunas secuelas que le provocan algunas dificultades para caminar.
Pero además del afecto que recibe de su entorno, Fedia cuenta con la complicidad de un gato de una familia vecina, a quien en el barrio conocen como El Guapo, quien también "adoptó" al pequeño animal, a quien lame permanentemente y juega con él cada vez que se encuentran, es decir, casi todos los días.
Con su salud muy mejorada, Fedia cuenta hoy con más de 70.000 seguidores en TikTok y cerca de 5.000 en Instagram, además de haber sido objeto de notas periodísticas en medios de EE.UU., Reino Unido, Australia, Austria y Alemania, entre otros países.
Por Carlos Colombo