La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó a ultimo momento un proyecto de ley de presupuesto temporario por 45 días, que permitirá evitar el cierre del gobierno federal que se iba a producir en las primeras horas de este domingo. Los miembros de la Cámara votaron 335-91 para aprobar una medida de financiación destinada a mantener al gobierno en funcionamiento durante un mes y medio, enviando el proyecto de ley al Senado -controlado por los demócratas-, en un último esfuerzo por evitar la parálisis del gobierno. En EEUU, a diferencia de otras naciones, la administración pública no puede funcionar sin una ley de presupuesto aprobada. En caso de no ocurrir esto, se cierra todo el aparato público, incluidos servicios esenciales. Esta norma de emergencia lo evita, al menos por un mes y medio.
El presidente demócrata Joe Biden y la oposición republicana se culparon mutuamente en los últimos días por la falta de acuerdo. Si no se llegaba a un acuerdo, desde este domingo: 1,5 millones de funcionarios hubieran quedado sin sueldo, el tráfico aéreo se vería perturbado y no se hubieran atendido muchos servicios públicos esenciales.
Esta crisis de presupuesto tiene también repercusiones directas en la guerra de Ucrania: la Casa Blanca pidió inicialmente que el presupuesto aprobado por los representantes incluyera 24.000 millones de dólares en ayuda militar y humanitaria para Kiev.
Consciente de los problemas políticos de su gran aliado estadounidense, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, acudió al Congreso la semana pasada para intentar convencer a Washington de que lo ayude cruzar “la línea de llegada” ante Rusia. Pero un puñado de republicanos seguidores del expresidente Donald Trump se niega a desbloquear cualquier nueva ayuda a Kiev por considerar que esos fondos deberían destinarse a la crisis migratoria de Estados Unidos. En realidad, los "trumpistas" son aliados de Rusia y Vladimir Putin, algo que se conoce en EEUU desde 2016, cuando Moscú dio ayuda vital a Trump para ganar las elecciones ante la demócrata Hillary Clinton.
El bloque de legisladores conservadores frenó el viernes el proyecto de ley de financiación de corto plazo presentado por el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, de su mismo partido, que buscaba evitar la parálisis. Los 21 legisladores de línea dura, liderados por Matt Gaetz, votaron junto a los demócratas en contra de la propuesta de McCarthy, que preveía recortes de casi el 30% y estrictas medidas de seguridad fronteriza, porque consideraron que era insuficiente. “No hay ganadores en un cierre del gobierno”, dijo McCarthy, quien sufre incluso amenazas de destitución del ala dura de su partido.
Muchos iban a verse obligados a trabajar sin cobrar su salario, como los agentes del FBI y las fuerzas armadas Muchos iban a verse obligados a trabajar sin cobrar su salario, como los agentes del FBI y las fuerzas armadas
El viernes, Biden atacó a los republicanos, acusándolos de llevar a Estados Unidos hacia un cierre que afectará a los empleados del Departamento de Defensa y a las familias de militares.”No se puede jugar a la política a espaldas de nuestros soldados”, tronó el presidente en la ceremonia de retiro del jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley.
Qué es un cierre
Estados Unidos iba a tener, en caso de que se concretara el “shutdown” federal, sus famosos parques nacionales cerrados. Tampoco habría servicios médicos y sociales esenciales. En EEUU debe haber un acuerdo en el Congreso para mantener los gastos federales sin un presupuesto aprobado y evitar el cierre de agencias públicas. El evitado ayer in extremis iba a ser el “shutdown” número 21 de la historia estadounidense.
El plan del presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, para mantener temporalmente abierto el gobierno federal se derrumbó el viernes, al rechazar el paquete los opositores republicanos de derecha. Los republicanos del ala derecha se negaron a apoyar el proyecto de ley a pesar de sus fuertes recortes de gastos de casi el 30% a muchas agencias y severas disposiciones de seguridad fronteriza.
Desde la medianoche de hoy se iba a dejar sin paga a 2 millones de tropas militares, suspender los trabajos federales e interrumpir los servicios sociales y programas gubernamentales de los que dependen muchos estadounidenses.
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El Parque Nacional del Gran Cañón, cerrado durante uno de los cierres federales anteriores. Los turistas se van sin haber podido visitarlo.
Mientras el Senado seguía adelante con su propio plan, ampliamente bipartidista y favorecido por republicanos y demócratas, para mantener abierto el gobierno y reforzar la ayuda a Ucrania y las cuentas estadounidenses para catástrofes, la Cámara de Representantes se sumía en el caos político al hacerse con el control el grupo más duro de la derecha republicana.
“Los republicanos extremistas de la Cámara de Representantes están ahora triplicando sus exigencias para destripar programas con los que cuentan millones de familias trabajadoras”, denunció antes del acuerdo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Agregó: “El camino a seguir para financiar el gobierno ha sido trazado por el Senado con apoyo bipartidista; los republicanos de la Cámara sólo tienen que tomarlo”. Para complacer al ala más dura, McCarthy volvió a los límites de gasto más bajos que exigió en enero como parte del acuerdo que le ayudó a convertirse en presidente de la Cámara de Representantes.
El paquete no recortaría los departamentos de Defensa, Veteranos o Seguridad Nacional, pero habría recortado casi todas las demás agencias hasta en un 30%, lo que supondría un duro golpe para una amplia gama de programas, servicios y departamentos de los que los estadounidenses dependen habitualmente. También añadía nuevas y estrictas disposiciones de seguridad fronteriza que pondrían en marcha la construcción del muro en la frontera sur con México, entre otras medidas. Además, el paquete por ahora suspendido crea una comisión de deuda bipartidista para abordar la creciente carga de la deuda pública estadounidense. El ala de derecha dura, liderada por Gaetz, ha estado amenazando con la destitución de McCarthy.
Este cierre federal iba a ser el número 21 en medio siglo. Esto suele ocurrir cuando un partido controla el poder Legislativo y otro el Ejecutivo, y desde enero los republicanos tienen mayoría en la Cámara de Representantes.
La Casa Blanca había comenzado este jueves a notificar a los funcionarios “no esenciales” que el gobierno federal cerraría la medianoche del sábado al domingo, dejando a la mayoría de ellos suspendidos de empleo y sueldo.
En el cierre de 2018-2019, fueron suspendidos 1.100 de los 1.800 empleados de la Oficina Ejecutiva del Presidente. Algunas oficinas, como el Consejo de Seguridad Nacional, continuaron abiertas, mientras que otras como la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) se redujeron drásticamente.
La mitad de los 800.000 empleados civiles del Pentágono iban a ser suspendidos. La Administración Nacional de Seguridad Nuclear del Departamento de Energía seguiría manteniendo las armas nucleares.
Los agentes del FBI, de la Administración para el Control de Drogas (DEA) y de otros organismos federales seguirían trabajando, y el personal de prisiones igual. También el Servicio Secreto y la Guardia Costera, así como la mayoría de los empleados federales.
Un cierre del gobierno federal ocurre cuando el Congreso no logra aprobar el presupuesto. Los legisladores deben aprobar 12 proyectos de gastos para financiar las agencias federales, un proceso que lleva mucho tiempo. La financiación federal expiraba hoy, 1 de octubre, cuando se inicia el año presupuestario federal. Cuando no se promulga un presupuesto, las agencias federales frenan toda actividad no esencial y no envían cheques de pago mientras dura el cierre. Aunque los empleados esenciales para la seguridad pública, como los controladores de tráfico aéreo y los agentes del orden, tienen que presentarse a trabajar, no reciben su sueldo, que se acumula para ser recibido luego.