El próximo jueves 7 comenzará el Año Nuevo chino 4706 bajo los auspicios de la Rata, aunque esta
vez de Tierra Yang, lo que no sucedía desde hace 60 años. En Buenos Aires, la comunidad oriental
del barrio de Belgrano adelantará los festejos para hoy, desde las 14. Se incluirá el clásico
desfile del Dragón y el León (dispensadores de suerte) por la calle Arribeños.
Mito de la astucia. La leyenda china rescata que valiéndose de un ardid, la Rata fue la
primera en llegar a la convocatoria de Buda y por tal razón inicia el zodíaco chino de 12 signos,
el último de los cuales es el Chancho, cuyo reinado culmina el miércoles venidero.
Entre ambos están el Buey, el Tigre, el Conejo, el Dragón, la Serpiente,
el Caballo, la Cabra, el Mono, el Gallo y el Perro.
Cada animal rige un año, por lo que la sucesión se reinicia cada 12; sin
embargo, un mismo animal recién vuelve a coincidir con el mismo elemento (agua, madera, fuego,
tierra o metal), cada 60 años y cuando esto ocurre, como ahora, comienza un nuevo ciclo.
El anterior año de la Rata de Tierra Yang se registró entre el 10 de
febrero de 1948 y el 28 de enero de 1949; pero el ciclo de 60 años allí iniciado se prolongará
hasta este 6 de febrero.
Entre 1948 y 1949 se inventó el transistor; surgió el Boeing 307, primer
avión comercial con cabina presurizada, lo que permitió vuelos a gran altura; se fundaron la
Organización de Estados Americanos (OEA) y del Atlántico Norte (Otan); y Naciones Unidas proclamó
la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Pero también se produjo el comienzo de la Guerra Fría; el sitio a
Berlín, que derivó en la construcción del muro; la independencia de Israel, con la consecuente
guerra árabe-israelí; y el Bogotazo, en Colombia.
En otros años de la Rata sucedió el hundimiento del Titanic y la caída
de la piedra movediza de Tandil (1912); la aparición de la Metro Goldwing Mayer (1924); el inicio
de la Guerra Civil Española y la inauguración del Obelisco (1936).
La Argentina, nacida como nación independiente el 9 de julio de 1816,
también es Rata, aunque no de Tierra, sino de Fuego Yang.
Según la leyenda, Buda convocó a su palacio sólo a los animales útiles
al hombre, lo que eliminaba a la Rata. Sin embargo, el Gato, que descontaba que sería elegido, la
invitó a que lo acompañara a condición de que lo despertara a medianoche para salir juntos y llegar
primeros. Pero la Rata, envidiosa e impaciente, lo dejó durmiendo y se fue sola, lo que le impidió
al Gato competir por un lugar en el zodíaco y determinó que desde entonces sea su peor enemigo.
En el camino la Rata se encontró con el Buey, al que se trepó; y así
llegaron juntos y primeros a las puertas del palacio.
Cuando éstas comenzaron a abrirse, la Rata se coló por la rendija y
brincó a los pies de Buda, quien la premió con el primer puesto zodiacal: “En nada le sirves
al hombre, pero te le asemejas en su astucia”, le dijo.
“Ser Rata es necesitar más de lo que se tiene para vivir, es
sentir que hay que almacenar en la alacena lo que se pueda antes del juicio final (...), es vivir
acechando más que produciendo, para sacar mayor tajada”, describe Ludovica Squirru en su
Horóscopo Chino 2008.
Sus predicciones (basadas en realidad en el I Ching) para el año de la
Rata de Tierra Yang, apuntan a apostar a la creatividad y a la intuición, a cuidar las finanzas y
los ahorros, a decir la verdad, a no arriesgar, ni caer en deudas, porque ya se sabe, la Rata es
especialista en roer estructuras y derrumbarlas.