Un hombre de 24 años que mantuvo por varias horas a su ex novia como rehén en un maxiquiosco del microcentro porteño fue abatido ayer por un francotirador de la Policía Federal.
Un hombre de 24 años que mantuvo por varias horas a su ex novia como rehén en un maxiquiosco del microcentro porteño fue abatido ayer por un francotirador de la Policía Federal.
Según confirmaron fuentes judiciales a NA, el disparo que recibió Angel Oliva en la cabeza y que le causó la muerte provino de un arma de la fuerza. No se trató de un suicidio, como se dijo en un principio.
"Hay un protocolo que usa la policía en estos casos para actuar, cuando la víctima está tomada como rehén y corre riesgo su vida", señaló una fuente de la causa, que explicó que la situación terminó trágicamente porque ni los negociadores policiales ni la familia del joven pudieron hacerlo desistir de mantener la situación de extrema peligrosidad para la rehén.
"Vino la familia de él, vinieron sus amigos y por nada quería dejar a la chica", sostuvo el vocero.
El hecho comenzó el miércoles cerca de las 19 cuando Oliva ingresó al local de Viamonte al 600, donde tras mantener una discusión con su ex novia, Soraya Ramírez, de 25 años, que atendía el comercio, sacó un revólver calibre 32 y la tomó de rehén.
Poco después, el protagonista del incidente, liberó a otras dos personas que se encontraban en el comercio.
El quiosco, situado a pocos metros de la peatonal Florida, fue rodeado por la Policía Federal. Oficiales del grupo especial Geof iniciaron arduas negociaciones con el agresor para que depusiera su amenazante actitud.
Finalmente, alrededor de las 2.30 de ayer, el hombre fue abatido por una bala policial. Según trascendió, en medio de las negociaciones con la policía, el joven exigía la entrega de cocaína, marihuana y hasta una camiseta de fútbol como condición a cambio de liberar a la mujer.
Minutos después del desenlace, la joven fue llevada al hospital Fernández presa de una crisis nerviosa.
La situación se habría generado a partir de un reclamo de Oliva a la joven para que retomaran la relación sentimental, que se había terminado hacía unas semanas.
El hombre tenía, desde hace un mes, una restricción judicial que le impedía acercarse a su ex pareja debido a varias denuncias que realizó la chica por amenazas.
Los jóvenes se habían conocido hacía cinco años y según fuentes de la investigación, una pareja anterior de Oliva también lo había denunciado por violencia de género.
Fernanda, la madre de Soraya, dijo que los familiares del hombre muerto la amenazaron.
"Los familiares de él nos responsabilizan de lo que pasó y no podemos volver a nuestra casa en Florencio Varela y ya nos dijeron que mi hija va a pagar por lo que hizo", contó la mujer quien ratificó las denuncias por violencia de género realizadas por su hija.
"En el 2011 se le hizo una denuncia por amenazas y por eso él tenía que hacer talleres de violencia familiar", relató la mujer.