Todo tiene que ver con todo en este mundo loco de la Fórmula 1. Y cuando hay lluvia siempre se dijo que se ve la muñeca de los grandes pilotos, aunque después la mayoría no pueda ratificarlo sobre piso seco. Max Verstappen figura sin dudas entre los grandes y en San Pablo prácticamente le puso proa definitiva al campeonato con una victoria de esas para ponerle el marquito.
Max se benefició de las circunstancias, eso sí, como los Alpine que terminaron en un impensado 2-3. Y el gran perdedor fue sin dudas Lando Norris, que fue víctima de esas circunstancias.
La carrera se definió en el accidente de Franco Colapinto en la vuelta 32 de las 69 (se acortó en una por el insólito accidente de Lance Stroll en el giro previo). Hasta ahí, los de punta que habían parado a cambiar gomas fueron los dos que peleaban adelante, George Russell y Lando Norris, y la Ferrari de Charles Leclerc. Y el argentino que lo había hecho dos vueltas antes de la piña.
Max se benefició de Franco Colapinto
¿Qué hubiera pasado si al Williams le calzaban gomas de lluvia extrema? Al menos se supone que hubiera alcanzado al pelotón que venía detrás del safety car, que ingresó por la lluvia intensa que caía, y que al salir al menos varias vueltas iba a tener ventaja hasta volver a poner las intermedias.
En realidad, todos terminaron con intermedias por lo que la opción de salir con ellas era válida también, pero representó todo un riesgo innecesario para Colapinto que pagó caro.
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Y al detenerse la carrera con bandera roja, todos pudieron entrar al box y cumplir con el cambio. Así que los que estaban adelante en ese momento, Esteban Ocon, Verstappen y Pierre Gasly, se beneficiaron porque salieron adelante, detrás del safety car cuando se reanudó la carrera.
Y antes hizo todo bien
Claro que antes Verstappen, que había partido un puesto atrás de Colapinto por una mala clasificación y la penalización de cinco puestos por cambio de caja, hizo un avance tremendo bajo el agua, sin cometer errores, al punto que antes de las detenciones ya estaba quinto delante de Gasly.
Después cuando volvió la acción superó enseguida a Ocon y se despegó de tal manera, que se pasó las últimas diez vueltas bajando su propio récord de vuelta hasta el penúltimo giro.
“Era imposible conducir cuando llegó las bandera roja, incluso con gomas de lluvia por el peralte de la pista”, dijo Verstappen y Williams mandó a Colapinto con goma intermedia fría, más allá de que le hayan dado temperatura antes de calzarlas al auto .”Era como estar en un barco o en una moto acuático”; dijo el brillante ganador.
Norris dijo que Max hasta podía haberle sacado una vuelta. Quedan tres grandes premios. Volvió el campeón después de 10 carreras y a lo campeón.