La autoridad electoral de Perú terminó este martes el escrutinio del ballottage presidencial del 6 de este mes, en el que el sindicalista de izquierda Pedro Castillo se impuso a la populista de derecha Keiko Fujimori, aunque aún faltaban otros trámites para su proclamación, en medio de una tensión agravada por la propuesta de anular esos comicios realizada por algunas figuras relevantes y rechazada por la mayoría de dirigentes y especialistas.
Castillo aventajó a Fujimori por 44.058 votos entre más de 17,6 millones de sufragios válidos (50,125% a 49,875%), según publicó la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe) en su sitio web, al terminar de contar todas las actas de votación.
El resultado es muy similar al de las elecciones presidenciales anteriores, en 2016, cuando el liberal Pedro Pablo Kuczynski venció en segunda vuelta a la misma Fujimori por 41.057 votos entre más de 17,1 millones de votos válidos (50,12% a 49,88%).
“Un nuevo tiempo se ha iniciado; millones de peruanos/as se han alzado en defensa de su dignidad y justicia, gracias a los pueblos de todo el Perú que desde su diversidad y fuerza histórica me han brindado su confianza”, dijo Castillo poco después en Twitter, y prometió que su gobierno “se deberá a toda la ciudadanía”.
No obstante, para que Castillo sea proclamado presidente electo aún falta que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) resuelva solicitudes de anulación de la votación en cientos de mesas, hechas por los dos candidatos debido a supuestas irregularidades en la confección de las respectivas actas.
El pleno del JNE continuó deliberando y votando sobre esas solicitudes, en audiencia pública y transmitida en directo por televisión y redes sociales.
“No nos dejemos confundir, hoy ha salido un resultado de conteo de la Onpe pero falta lo más importante, que es la evaluación de las actas pendientes que tiene el JNE; sabemos que cuando analicen esas irregularidades, lo más probable es que ganemos”, dijo Fujimori esta noche, en un acto partidario en la avenida Paseo Colón, en Lima.
Pero, en paralelo, el clima de crispación a que dio lugar la demora en la resolución del ballottage se vio exacerbado en las últimas horas por la propuesta de que el Congreso desconozca las últimas elecciones, llame a nuevos comicios e incluso reemplace al presidente Francisco Sagasti.
Esa idea fue sostenida, entre otros, por el congresista electo Jorge Montoya —vicealmirante retirado que presidió el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas entre 2007 y 2008—, los ex legisladores Víctor García Belaunde y Jorge del Castillo, y el empresario y reciente ex candidato presidencial Rafael López Aliaga.
Montoya fue quien difundió un pronunciamiento de más de 60 oficiales superiores retirados de las tres fuerzas armadas que cuestionaron la labor de la Onpe y el JNE, y que generó un rotundo rechazo del Ministerio de Defensa.
Entre los firmantes de esa declaración figuraron el ex presidente de facto Francisco Morales Bermúdez, de 99 años, y el también general Walter Martos, que fue jefe de gabinete y ministro de Defensa en 2019-20, cuando el presidente era el luego destituido Martín Vizcarra.
Mientras tanto, abogados de Fuerza Popular (FP, el partido de Fujimori) analizaban la posibilidad de interponer un recurso de amparo para obtener una medida cautelar que evitara la proclamación de Castillo como mandatario electo, aunque algunos de ellos admitieron que las decisiones del JNE “no son revisables”.