Donald Trump parece haberse impuesto mediante sus métodos nada diplomáticos a México en materia de inmigración. México aceptó mejorar sustancialmente el control fronterizo con Guatemala y Belice, y así evitar un flujo masivo de inmigrantes centroamericanos que se dirigen a Estados Unidos. La semana pasada, Trump había anunciado aranceles punitorios de 5 por ciento a todas las importaciones mexicanas si las autoridades del país vecino no tomaban fuertes medidas contra la inmigración que atraviesa su territorio de camino a Estados Unidos. México cedió rápidamente y anunció que enviará miles de efectivos militares a controlar la frontera con Guatemala y Belice. A cambio, Trump anunció el levantamiento de las sanciones arancelarias.
Ayer, el secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo agradeció a su contraparte mexicano sus esfuerzos para que los dos países llegaran al acuerdo. El viernes por la noche, el presidente Donald Trump anunció que suspendió sus planes de imponer aranceles a México. Tuiteó que la nación latinoamericana había acordado "tomar fuertes medidas para detener el flujo de migración a través de México a nuestra Frontera Sur".
Pompeo elogió al secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, y dijo que "Estados Unidos ansía trabajar con México en el cumplimiento de estos compromisos para detener el flujo de migración ilegal a través de nuestra frontera sur y para volver nuestra frontera fuerte y segura". El acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y México incluye el envío de efectivos de la Guardia Nacional mexicana a su frontera sur (ver mapa) y la recepción de migrantes mientras aguardan por su proceso de asilo estadounidense, detalló Ebrard. "Lo que se va a hacer es darle prioridad a los 11 municipios de la frontera sur, este despliegue (de la Guardia Nacional) empezará el día lunes", declaró Ebrard, quien calificó al acuerdo como "equilibrado". Agregó que para los migrantes que se encuentren en México habrá un programa para ofrecerles trabajo y proteger sus der echos humanos mientras concluyen su proceso de asilo en el vecino del norte.
El canciller mexicano afirmó que el gobierno de Estados Unidos respalda el plan de desarrollo integral para el sur de México y el "triángulo norte" de Centroamérica que impulsa el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin reformas drásticas
Sin embargo, el acuerdo que Trump anunció después de regresar de un viaje a Europa, se quedó corto en algunas de las reformas drásticas que impulsa. De acuerdo con una "Declaración Conjunta de Estados Unidos y México" difundida por el Departamento de Estado, Washington "expandirá inmediatamente la implementación" de un programa que devuelve a México a los solicitantes de asilo que cruzan la frontera sur de Estados Unidos mientras se emite una resolución judicial. México "ofrecerá empleos, servicios de salud y educación" a esas personas, "de acuerdo con sus principios".
Agregó que el gobierno mexicano también accedió a tomar "medidas sin precedentes para incrementar la vigilancia con el fin de reducir la migración irregular", incluido el emplazamiento de la Guardia Nacional mexicana en todo el país, especialmente en su frontera sur con Guatemala y Belice. Trump situó el número de soldados en 6.000, y dijo en un tuit: "México hará un gran esfuerzo, y si lo hace, este será un acuerdo muy exitoso tanto para Estados Unidos como para México!".
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo en Twitter: "Gracias al apoyo de todos los mexicanos se logró evitar la imposición de aranceles a los productos mexicanos que se exportan a EEUU". Dijo que un mitin ayer por la tarde en la ciudad fronteriza de Tijuana, convocado inicialmente para manifestarse "por la dignidad" del país, cuando parecía inminente la aplicación de los aranceles, se hizo para celebrar el arreglo.
Sin embargo, la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, la demócrata Nancy Pelosi, dijo que las "amenazas y los berrinches de temperamento" de Trump no son la manera de negociar la política exterior, especialmente con "nuestro amigo cercano".
Contrabando de personas
El Departamento de Estado norteamericano agregó que México "también emprenderá acciones decisivas para desmantelar a las organizaciones de contrabando de personas, así como sus redes financieras ilícitas y de transporte".
El acuerdo elimina, por ahora, la amenaza de Trump de aplicar sanciones comerciales a su vecino del sur, que provocaron advertencias de los miembros del propio partido de Trump sobre el daño económico potencial a las dos naciones, el aumento de los precios a los consumidores estadounidenses y un obstáculo a la aprobación del nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.
El canciller mexicano expresó que el acuerdo significó un equilibrio justo, porque Estados Unidos contemplaba propuestas y medidas más drásticas al principio.
Leticia Calderón Cheluis, experta en migración del Instituto Mora de México, dijo que el acuerdo es esencialmente una serie de compromisos por parte de México, que aplicará medidas contra los migrantes centroamericanos en sus dos fronteras. Activistas en Estados Unidos han impugnado el programa vigente desde el año pasado en los tribunales.Una corte de apelaciones revocó recientemente el fallo de un juez que había bloqueado el programa. Pelosi expresó su decepción por lo que dijo que era una política que "viola los derechos de los solicitantes de asilo bajo la ley de Estados Unidos y no aborda las causas fundamentales de la migración centroamericana".