Escuchar a los estudiantes, sus demandas, conflictos, los vínculos con sus familiares o personas cercanas, son cuestiones que afloran en el ámbito de la escuela. A veces, esas escenas que describen destapan problemas serios, incluso delitos sexuales, y es ahí donde los docentes necesitan saber cómo ayudar a esas chicas y chicos que confiaron en ellos para expresar sus angustias.
En pleno año electoral, cuando la ley de educación sexual integral (ESI) fue cuestionada por uno de los candidatos presidenciales más votados, la Universidad Nacional de Rosario (UNR) apostó a reforzar las capacitaciones al personal —docente, no docente y funcionarios— de la seis escuelas preuniversitarias; y divulgar los protocolos de atención a las víctimas. Mediante las jornadas Educar en Igualdad abordaron temáticas específicas —como el abuso sexual— que habían surgido como planteos en los ámbitos educativos.
La particularidad de este año fue que para intensificar esta etapa de formación se sumó la participación de la Fiscalía de Delitos Sexuales, y con la presencia de la fiscal adjunta Luciana Vallarella se pudo avanzar en la explicación de los procedimientos de actuación para formalizar las denuncias, además de transmitir tranquilidad sobre el resguardo de las identidades y la información de quienes acompañan a las víctimas. Los encuentros son organizados por el Área de Género y Sexualidad junto con el Área Académica y la Comisión Institucional para la Transversalización de la Perspectiva de Género de la UNR. En 2020 la universidad adhirió a ley nacional de la ESI, que ya tiene 17 años de vigencia.
De las jornadas Educar en Igualdad participa el total del personal adulto que trabaja en las escuelas, en charlas con formato de taller. A fines de septiembre se realizaron las primeras en el Superior de Comercio y en el Politécnico, y en octubre los encuentros llegaron al Polo Educativo en General Lagos y a la nueva Escuela de Ciencias Sociales. En noviembre se realizarán los dos que faltan en la Agrotécnica de Casilda y en el Polo Educativo de Puerto General San Martín.
Florencia Rovetto es la secretaria del Área de Género de la UNR y el motor de estos encuentros de formación que tienen una gran convocatoria, que incluso son instancias solicitadas por otras escuelas provinciales que no pertenecen al ámbito de la universidad. Rovetto destaca que las jornadas de este año estuvieron orientadas a trabajar la problemática del abuso sexual en la infancia y en la adolescencia, y las violencias sexistas más extremas, que aparecían como un tema emergente. “Y sobre todo, el no contar con herramientas en la escuela para poder detectar e intervenir tempranamente”, explicó la secretaria de la UNR, para agregar que no es fácil de abordar porque se trata de delitos que, en general, suceden entre cuatro paredes, “que cuesta mucho también ser visibilizados, que las personas que lo padecen en general no hablan inmediatamente y, además, tienen un montón de dificultades para poder hacerlo, porque suele suceder también en el ámbito familiar”.
En ese sentido, lo que se intenta conversar con los docentes en estos recorridos es que puedan trabajar sobre los indicios y aprovechar el rol de la ESI como herramienta para la detección temprana y la prevención. “Es algo que en este contexto en particular es muy necesario enfatizar, sobre todo porque la ESI está siendo muy atacada y se quiere volver a una mirada biologicista de la sexualidad. En realidad la educación sexual integral no significa hablar de sexo, sino justamente trabajar sobre los vínculos, sobre las relaciones interpersonales, sobre aquello que traen estudiantes y docentes, sus vivencias personales, en sus hogares, con su familia, con los prejuicios que hay en relación a la sexualidad. Entonces trabajamos con docentes, preceptores y directivos sobre herramientas concretas: frente a un indicio o un comentario que hace algún estudiante, qué hacer frente a eso”.
Y en esa pregunta sobre el qué hacer la palabra de la fiscal Vallarella resultó significativa para los participantes de la capacitación, ya que brindó contención y tranquilidad para quienes asistan a las víctimas. “La recomendación de la Fiscalía es acompañar la denuncia en el caso de un abuso sexual en la infancia y la adolescencia, es un delito que debe ser denunciado y la escuela tiene un rol en ese sentido”.
En la capacitación, la funcionaria judicial explicó cómo es el procedimiento: se denuncia en la Comisaría de la Mujer o en los Centros Territoriales de Denuncia (CTD). Y ni bien se está haciendo la denuncia, la Fiscalía tiene un teléfono de turno donde llega inmediatamente la información. No es la escuela —ni el docente que acompaña o el preceptor que escuchó por primera vez— los que se tienen que encargar de la investigación sumaria de recoger pruebas.
En este sentido, Rovetto valoró la intervención de la escuela como institución que permite que los estudiantes se puedan expresar, que posibilita la escucha, que abre el espacio para desanudar estos conflictos, sacarlos afuera, buscar una salida, una solución: “Docentes, preceptores o referentes acompañan, y sobre todo ya el poder escuchar es una intervención, porque si un pibe o una piba por primera vez lo están pudiendo contar en la escuela es porque la escuela aloja algo que en otro lugar no se puede decir”.
“Ante esa escucha —agregó Rovetto— lo primero que hay que hacer es calmarse, porque lo que se escucha puede ser muy tremendo. Estar tranquilos para justamente no sobreintervenir o hacer una intervención que luego pueda traer consecuencias negativas. Pero sí acompañar la denuncia. Puede pasar que por ahí alguien viene y cuenta una situación de abuso que vivió en su casa, con algún familiar o una persona cercana y no quiere o no puede inmediatamente hacer la denuncia. Bueno, pueden ser los docentes los que sin necesidad de que vaya la persona, los que hacen esa denuncia y es la Fiscalía la encargada de investigar”.
En estas jornadas, los disparadores para la conversación fueron escenas que reprodujeron situaciones que podrían relatar las alumnas y alumnos, para de esa forma situar a los docentes en cada historia y construir juntos los caminos posibles de actuación ante esos hechos. “Son diez escenas y unas preguntas disparadoras, las ponemos a trabajar en el grupo para que también puedan conversar más íntimamente y después hacemos una devolución sobre cómo funciona el sistema penal en relación a las situaciones de abuso que se pueden presentar, y qué rol tiene la institución. Ahí aprovechamos para informar sobre el protocolo de actuación en la universidad”, dijo Rovetto.
Así, las escuelas aparecen como las instituciones donde más se posibilitan esas escuchas, la apertura de los conflictos para intentar soluciones, salidas, y la intervención de la ESI como una construcción del equipo docente, no docente y directivo, que pueda ser atento y empático con sus estudiantes, que pueda asumir esta compañía. Y que la escuela cumpla su rol, para que las infancias y las adolescencias vivan una vida libre de violencia.
Dónde denunciar
Los Centros Territoriales de Denuncia (CTD) funcionan como un espacio alternativo a las comisarías y brindan atención, orientación a la comunidad y recepción de denuncias relativas a hechos delictivos o contravenciones. Atienden de lunes a viernes de 8 a 20 y garantiza el acceso directo a la Justicia, ya que todas las denuncias o trámites que se realizan allí son enviados automáticamente a las fiscalías correspondientes. Email: [email protected].
En Rosario, funcionan en Mendoza 3538, Provincias Unidas 150 bis, Uriburu 637, Avenida de los Trabajadores 1331, Sánchez de Thompson 48, avenida Perón 4602, Corrientes 2114 y Crespo al 4700.