Buenos Aires.— Tres amigos fueron asesinados a balazos en una casa de la localidad bonaerense de Bernal y por el hecho fue detenido poco más tarde un policía retirado que en su huida chocó contra dos autos y se tiroteó con otros efectivos en el barrio porteño de Barracas, donde el encargado de un edificio resultó herido al quedar en medio de las balas. Fuentes de la investigación informaron que por los testimonios recogidos hasta el momento, los homicidios estuvieron motivados por una deuda de entre 80.000 y 100.000 pesos que el sospechoso apresado mantenía con un comerciante, dueño de la vivienda en la que se cometió el hecho.
Todo comenzó alrededor de las 11 de la mañana del lunes en la vivienda en la que residía Guillermo Mouzo, dueño de un lavadero de ropas, junto a su esposa y su hijo discapacitado de 15 años. El hombre estaba acompañado circunstancialmente de dos amigos, Sergio Farinola y Gabriel Vilar, cuando recibió la visita del sargento retirado Juan Guillermo Moreno, quien presuntamente le debía una importante suma de dinero.
Mouzo invitó a pasar a su casa a Moreno y se encerraron a conversar a solas en una de las habitaciones de la casa mientras que los amigos d ela víctima se quedaron en el living de la propiedad.
En esas circunstancias, el agresor disparó y mató al dueño de la vivienda mientras discutían, tras lo cual empezó a escapar. En ese momento ingresaba a la casa la esposa de Mouzo, a quien el homicida ayudó a entrar las bolsas del supermercado, pero casi en simultáneo aparecieron en el frente de la vivienda los dos amigos del hombre asesinado que habían escuchado el disparo y se acercaron a ver lo que había pasado.
Ante esta situación, el agresor sin mediar palabras les disparó a Farinola y a Vilar dos balazos en la cabeza y los mató delante de la mujer de Mouzo. "No sabemos si a la mujer no la mató porque se quedó sin cartuchos, si se le trabó el arma o si le perdonó la vida", dijo un investigador policial.
Consumado el triple crimen, el agresor huyó del lugar a bordo de un Volkswagen Gol blanco. Mientras que en medio de un estado de shock, la esposa de Mouzo alcanzó a contarle a los investigadores quién había sido el agresor, que lo conocía a su esposo desde hacía un tiempo y que mantenía una importante deuda económica con él, por lo que salieron en su búsqueda.
Choques y tiroteo. Entrada la tarde del lunes, un efectivo de la comisaría 14ª de la Policía Federal localizó en el barrio porteño de San Telmo el VW Gol blanco buscado. Fue cuando el sospechoso chocó contra un taxi tras lo cual huyó en contramano. Ante esa situación, se originó una persecución que terminó cuando el conductor colisionó contra otro auto y detuvo su marcha. Allí, el sospechoso descendió del vehículo y disparó contra los policías que lo perseguían y repelieron la agresión hiréndolo.
Como consecuencia del intercambio de disparos, el encargado de un edificio que estaba barriendo la vereda recibió un balazo en el rostro y debió ser hospitalizado aunque fuera de pelirgo. Finalmente, Moreno fue detenido y en su poder se secuestró una pistola Glock .45, el mismo calibre del arma utilizada en el triple crimen. Dentro del Gol del acusado (en cuyo parabrisas se podían ver impactos de bala) se secuestraron bebidas alcohólicas y documentación de interés para la causa, que quedó a cargo del fiscal de Instrucción de Quilmes Leonardo Sarra. l (Télam)
Testigos
El fiscal Leonardo Sarra precisó que “los dos principales testigos del hecho son la esposa y el hijo discapacitado” de Mouzo, aunque “están schokeados y es muy poco lo que pudieron contar”. Sobre lo dicho por la mujer, el funcionario explicó que “admitió que su marido conocía al homicida” y que “éste se mostraba molesto porque Mouzo le reclamaba una deuda importante”. Y sobre el hijo discapacitado de la principal víctima, explicó que “estaba en una habitación contigua y solo escuchó lo que pasaba, porque no se puede trasladar de un lugar a otro”.