Mónica y Daniel representaban en el humilde barrio San Fernando, en la zona
oeste de Granadero Baigorria, dos modelos bien diferentes. Ella tenía 18 años y, según la
definieron sus vecinos y familiares, era una buena piba, muy compañera, a la que le gustaba ir a
bailar y que cuidaba a buena parte de sus 10 hermanos. En cambio él, de 17 años, ya tiene varios
antecedentes prontuariales y desde su llegada al barrio se ganó el desprecio de sus vecinos. Los
dos chicos vivían a menos de 150 metros el uno del otro y estaban noviando desde hace menos de un
mes. Pero durante la madrugada de ayer tuvieron una discusión y todo terminó fataltmente. Daniel E.
asesinó a Mónica Becerra con un certero disparo en el pecho efectuado a corta distancia. Poco
después, efectivos de la comisaría 24ª detuvieron al joven y le secuestraron un revólver calibre
38. Entonces dijo que el disparo se le había escapado.
Perfiles.A Mónica le decían Chancha y era la cuarta de 10 hermanos. Vivía con
ellos, su mamá y su padrastro en una humilde casita ubicada en 1º de Enero y Los Andes, al oeste de
Grnadero Baigorria, casi en el límite con Capitán Bermúdez. A los 18 años, y tras abandonar el 9º
año en la escuela número 422, se pasaba buena parte de los días cuidando a los más chicos de la
familia.
Ayer al mediodía, buena parte de ellos esperaban sentados en sillas de plástico
que se completara el papeleo de rigor para poder velar su cuerpo en la capilla San Fernando, vecina
a la casa. "Como a las 4 de la mañana golpearon las manos y preguntaron por la Chancha. Y después
nos dijeron lo que le había pasado", relató Ruth, una de las hermanas menores de la adolescente
asesinada.
Según coincidieron sus familiares y amigas, desde hace poco menos de un mes
Mónica estaba noviando con Daniel, el Coloradito. Aunque en los últimos tres días las cosas entre
ellos no andaban bien. El es un pibe que, según fuentes policiales, tiene algunos antecedentes
penales. Había llegado al barrio hace dos años, cuando su familia se instaló en una casita de Los
Andes al 3100 tras mudarse desde la villa La Cerámica, en el noroeste de Rosario. "Ese pibe es una
rata. A todos los vecinos nos tenía locos. Siempre andaba tocándose la cintura para que se viera
que llevaba un cuchillo o un arma de fuego", explicó una vecina que recordó que ella misma hizo un
par de denuncias en la comisaría 24ª en contra del pibe y su familia. Y fue por más: "Desde que
vino esa familia hace dos años, se pudrió el barrio".
Ultimo paseo. El martes a las 22 Mónica salió a caminar con sus amigas Rocío, de
19 años y Marcela, de 21. "Nos fuimos caminando hasta la avenida (San Martín o ruta nacional 11) y
nos quedamos un rato sentadas ahí. Una hora después nos volvimos", explicó Marcela. "Mónica era muy
buena piba, muy compañera. Le gustaba ir a bailar a Castel Vecchio. No le tenía miedo a nada, era
de hacerle frente a las cosas", recordó Rocío entre sollozos. Y agregó: "Cuando llegamos a la
esquina de la casa de Mónica, desde la otra esquina Daniel la llamaba: «Chancha, vení. Chancha,
vení». Entonces nos saludamos y cada cual se fue a su casa".
Después de dejar a sus amigas, Mónica tuvo un encontronazo con Daniel. La
discusión fue presenciada por una de las hermanas de la joven pero entonces no pasó a mayor.
Algo más tarde, a la 0.30, Mónica pasó frente a la casa de su amiga Marcela,
ubicada a unos pocos metros de su vivienda, para buscar una mochila. "Me dijo que estaba todo bien
y que nos veíamos mañana (por hoy). Le pedí que tuviera cuidado", recordó la joven y reconoció que
en la pareja "pasaron otras cosas, pero no quiero contarlas".
La próxima noticia que se conoció de Mónica fue a las 3.30 cuando los vecinos
escucharon un disparo en el patio de la casa de Daniel. Al salir a las puertas para ver qué había
ocurrido, observaron a la joven con un disparo en el medio del pecho. "El proyectil le ingresó
entre los senos, con orificios de entrada y salida. El disparo fue de muy corta distancia", explicó
un investigador.
Todo había sucedido en un angosto pasillo y Daniel desapareció del lugar. En
tanto, un vecino cargó a Mónica en su auto y la llevó al Policlínico Eva Perón. Pero cuando
llegaron la chica estaba muerta.
Se me escapó.En paralelo, los efectivos de la seccional 24ª llegaron a la casa
de Daniel y en la parte trasera de la vivienda hallaron un revólver calibre 38. Menos de una hora
más tarde, el Coloradito fue detenido en el domicilio de su abuela, ubicado en la esquina Los Andes
y 12 de Octubre.
Los voceros consultados indicaron que el menor asumió que hubo una discusión
pero que el disparo se le escapó. Además los uniformados se llevaron demorados a cinco familiares
del pibe, entre los que estaban el padre, la madre y un hermano. Daniel E., de 17 años, quedó a
disposición de la jueza de Instrucción Mónica Lamperti y de la Menores, Gabriela Sansó, acusado por
el homicidio de Mónica.