"Me pasé de vuelta con la falopa. No sé ni lo que hice". Los policías de la
subcomisaría 22ª escucharon esas palabras de boca de un muchacho de 34 años que minutos antes
protagonizó un episodio con, por ahora, pocas explicaciones lógicas. Primero le arrebató de los
brazos a una mujer un bebé de ocho meses. Eso hizo que la víctima pidiera desesperadamente auxilio
a vecinos y familiares. Entre las personas que salieron a perseguir al secuestrador, quien ya había
desenfundado un arma, estaba el padre de la criatura quien recibió un balazo que le atravesó en el
cuello. Anoche permanecía internado en grave estado en el Hospital Clemente Alvarez.
Desconcertados lucían ayer a la tarde la mayoría de los policías que les tocó
intervenir en el hecho que se inició alrededor de las 16.30 de ayer en Cochabamba y Perú, en la
zona oeste de la ciudad. Todo comenzó cuando Verónica Insaurralde, de 25 años, estaba en ese lugar
con su sobrinitos de 8 meses en brazos y en un momento dado fue sorprendida por un hombre que llegó
hacia ella luego de cruzar el terraplén de la avenida Circunvalación.
El rapto. Según fuentes policiales, ese hombre tomó por detrás a la mujer y le
arrebató la criatura de los brazos. Los voceros aclararon que la señora no tiene ninguna
vinculación con el secuestrador. Lo cierto fue Insaurralde comenzó a pedir auxilio a los gritos.
Vecinos y allegados salieron entonces a perseguir al individuo. Entre esas personas se encontraba
Fernando Insaurralde, el papá del nene.
Rápidamente ese grupo de personas salió en persecución del hombre, quien
enseguida extrajo un arma de fuego y apuntó hacia sus perseguidores. En esas circunstancias, según
las fuentes, el captor de la criatura abrió fuego y una bala le dio en el cuello a Insaurralde
padre. El proyectil atravesó por completo el cuerpo de la víctima. Acto seguido, el delincuente
soltó al nene y continuó su huida hacia calle Brasil.
La agresión hacia el padre del bebé puso aún más calientes las cosas, y mientras
un grupo asistía la herido otro siguió tras los pasos del autor del disparo. Ese hombre llegó hasta
Brasil y Cochamba. Presumiblemente al sentirse asediado por los vecinos agarró de rehén o escudo a
María del Luján, una nena de 8 años, quien ese momento volvía de hacer unas compras junto a el
hermano. Fuentes del caso contaron que en ese momento el descontrolado sujeto volvió a exhibir el
arma de fuego y comenzó a apuntar el cañón en diferentes direcciones como un intento de amedrentar
a la gente que se iba encima.
Justicia a golpes. En un momento hizo tirar al piso a la nena y le apoyó el
cañón en la cabeza. "Eso generó otra situación de conmoción. Entre los vecinos que querían
lincharlo estaba el papá de la nena de 8 años, quien junto a otros vecinos de la cuadra lograron
reducir al sujeto. Le dieron para que tenga", agregó una fuente de la subcomisaría 22ª, donde se
llevan adelante las actuaciones preliminares.
Grave lesión. Insaurralde padre fue cargado a un móvil del Comando
Radioeléctrico y trasladado al Heca. A poco de iniciado el recorrido, el patrullero se cruzó con
una ambulancia del Sies y se hizo el recambio de vehículo. El agresor en tanto fue apresado por
efectivos de la Patrulla Urbana y alojado luego en la subcomisaría 22ª. Fue identificado como
Sebastián Angel Sosa, de 34 años, con antecedentes penales.
El hombre baleado estaba anoche internado en grave estado en el Heca. Se
estableció que presentaba orificios de entrada y salida a la altura del cuello. En cuanto a su
agresor y a los motivos que lo llevaron a querer llevarse a un bebé desconocido, los investigadores
estaban desorientados. Sosa no tiene ninguna relación con los Insaurralde.
Sin vinculación. "La tía del bebé, que era la persona que lo tenía en brazos, no
tiene nada que ver con este tipo. El padre de la criatura tampoco. No hubo ninguna razón pasional
ni problema familiar para que se lo llevara. Sospechamos que este hombre pudo venir huyendo y que
agarró al nene como escudo para zafar de algo que había hecho", consignó una fuente policial.
Otra posibilidad es que Sosa haya actuado de esa forma bajo los efectos de
alguna droga, y que en esa condición haya cometido "alguna travesura" que lo alentó a apoderarse
del chico, a juzgar por lo que dijo a algunos policías cuando ya estaba detenido. El caso es
investigado por la Sub 22 y el juzgado de Instrucción Nº 14. Sosa, quien posee antecedentes
penales, podría ser acusado por lesiones gravísimas, pero esa tipificación se agravará si
Insaurralde fallece.